IX.
LA EDAD DE LOS PADRES Y LA FORMULACIÓN DEL DOGMA TRINITARIO 1.
La edad de oro de la patrística ·
La época de esplendor de la patrística sobreviene a partir del siglo
IV: aparecen los grandes Padres con ciencia eminente y santidad de vida. ·
Todos ellos intervinieron en el debate de las cuestiones doctrinales que luego
se resolvieron en los concilios. 2.
Los grandes Padres orientales ·
Atanasio llevó a cabo la batalla contra el arrianismo. Dos de sus escritos
más importantes son sus Tres Discursos contra los arrianos, y la Vida de
San Antonio. Para el arrianismo cfr. Patrología,
tema 16. Para San Atanasio, cfr. Patrología,
tema 17. · Los grandes "Capadocios" fueron San Basilio
(legislador monástico, obispo de Cesarea, doctrina sobre la Trinidad),
San Gregorio de Nisa (gran teólogo) y San Gregorio de Nacianzo (obispo
de Constantinopla). Para los Capadocios, cfr. Patrología,
tema 18. · San Juan Crisostomo (+407) fue un gran santo que luchó
a favor de la independencia de la iglesia frente al poder civil, representado
por la emperatriz Eudoxia. Son especialmente importantes su escritos sobre el
sacerdocio. Para San Juan Crisóstomo, cfr. Patrología,
tema 20. · Cirilo de Alejandría: (disputas cristológicas
y mariológicas del siglo V). Para San Cirilo de Alejandría, cfr.
Patrología, tema 24. 3.
Los Padres de la Iglesia de Occidente ·
San Ambrosio de Milán, desde su prestigiosa sede de Milán, mantiene
relaciones con los emperadores Graciano, Valentiniano II y Teodosio. Para San
Ambrosio, cfr. Patrología, tema 21.
· San Jerónimo es el traductor de la Sagrada Escritura (autor de
la "Vulgata"). Para San Jerónimo, cfr. Patrología,
tema 21. · San Agustín es famoso por sus Confesiones, la
Ciudad de Dios, De Trinitate, etc. Para San Agustín, cfr. Patrología,
tema 22. · San León Magno defenció el Primado romano
y escribió su Epístola a Flaviano, base de la doctrina calcedonense.
Para San León Magno, cfr. Patrología,
tema 25. · San Gregorio Magno escribe las Moralia in Iob, y propicia
la renovación litúrgica. Para San Gregorio Magno, cfr. Patrología,
tema 31. 4.
La formulación del dogma trinitario ·
Los precedentes del arrianismo son el sabelianismo (insistencia en la unidad)
y el subordinacionismo (el Hijo es inferior). Ambos fueron condenados en el sínodo
roma del año 262 bajo el Papa Dionisio. · Arrio parte de la
unidad absoluta de Dios, fuera de la cual nada es Dios: Jesucristo (el Demiurgo)
es sólo hijo adoptivo de Dios. Fueron simpatizantes del arrianismo, los
intelectuales, los helenistas y los platónicos. 5.
El Concilio de Nicea y el posconcilio ·
Se llevó a cabo en el Palacio de Verano en Nicea. Asistieron 300 obispos
bajo la presidencia de Osio de Córdoba. Fueron defensores del Homoousios:
Marcelo de Ancira y Atanasio. Sólo se opusieron al Símbolo Arrio
y dos obispos que fueron excomulgados y desterrados. · Eusebio de Nicomedia
forma un partido filoarriano. Constancia, hermana del emperador, favorece su difusión
en la Corte. Viene la persecución contra los defensores de Nicea. Los obispos
partidarios de Nicea (Atanasio) son expulsados de sus sedes. · Continuó
el arrianismo con Constancio y Valente. "La tierra entera gimió y
descubrió con sorpresa que se había vuelto arriana" (San Jerónimo).
· A mediados del siglo IV había tres facciones arrianas (anomeos:
desemejante al Padre; homeos: semejante al Padre; semiarrianos: semejante en todo
al Padre, incluso en la sustancia). · Gracias a los Padres Capadocios
y a Teodosio, desapareció el arrianismo del horizonte teológico. 6.
El Concilio I de Constantinopla y la divinidad del Espíritu Santo ·
Macedonio de Constantinopla niega la divinidad del Espíritu Santo (macedonianismo).
Sus seguidores fueron los pneumatómacos o macedonianos. · San
Atanasio lo condena en un Sínodo de Alejandría (362). ·
San Gregorio de Nisa y San Gregorio Nacianceno elaboran la teología de
la consustancialidad del Espíritu Santo. Preparan el Concilio de Constantinopla
I, que proclama el Símbolo Niceno-constantinopolitano. · Los
puntos de vista de orientales y occidentales eran diversos en algunas cuestiones.
El añadido del Filioque en el III Concilio de Toledo (año 589) tuvo
consecuencias importantes. Home
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