Los arquetipos de la no creencia en San Agustín (G. Morra)

1. ¿La historia se repite?

XXXXXAunque la historia no se repite, también es verdad que los sucesos históricos son eadem sed aliter, es decir, los mismos, pero ocurren de otro modo.San Agustín y otro personaje desconocido. Miniatura. Archivo diocesano de Vichy. Manuscrito VI (fines el siglo XII).

XXXXXDice Spengler que el budismo del siglo VI a.C., el estoicismo del siglo I y el socialismo del siglo XX, tienen en común lo de todas las ideologías del final de una civilización, cuando comienza la decadencia: se busca organizar la naturaleza en modo útil y racional, en base a principios intelectualísticos, porque reina el cerebro y el alma ha abdicado.

XXXXXLo que sucedió en la época helenística sucede ahora en la época postmoderna:

  • cansancio intelectual y repetitividad artística;
  • poca creatividad y difuso enciclopedismo;
  • incerteza existencial y costumbres morales laxas;
  • abandono de las viejas creencias y espera mágica de una nueva revelación;
  • desconfianza en la res publica y cerrazón individualista en la propia subjetividad;
  • crisis de la identidad personal y de la solidaridad social.

XXXXXEn este sentido podemos mostrar cómo los cuatro enemigos a los que combatió San Agustín se vuelven a presentar en nuestra sociedad postmoderna:

  • el escepticismo (384-386);
  • el maniqueísmo (387-400);
  • el donatismo (400-412);
  • el pelagianismo (412-430).

2. La lucha de San Agustín contra cuatro grandes enemigos

a) Agustín escéptico

XXXXXSan Agustín es primero maniqueo. Los académicos son los que lo alejan de este error. Más tarde, el neoplatonismo filosófico y teológico es el que le hace abandonar el escepticismo.

XXXXXHay un sano escepticismo: el de no dejarse llevar por cualquier apariencia de verdad. El peligroso es el que se convierte en sistema de pensamiento.

XXXXXEl escepticismo de Agustín en su periodo de profesor en Roma, era el de la Academia: el de Carneades, que Cicerón hace suyo. Pronto supera Agustín esta doctrina, haciendo ver lo absurda que es. El verdadero escéptico no podría ni decir, ni hacer nada. El utilizar el pensamiento para afirmar el escepticismo es ya una contradicción. Agustín sostiene, contra el escepticismo, la capacidad del hombre para conocer la verdad con certeza. Por ejemplo en el si fallor, sum (si me equivoco, es que existo).

b) Agustín maniqueo

XXXXXYa antes que Manes difundiera su doctrina dualista en el siglo III, el gnosticismo —fundamento del maniqueísmo— se había introducido desde el siglo II en la vida de la Iglesia con su triple dualismo:

  • cosmológico o teológico: existen dos divinidades, una del bien y otra del mal (Hegel decía que el bien tienen necesidad del mal para existir);
  • antropológico: en el hombre hay un principio del bien (el espíritu) y otro del mal (la materia) en continua lucha; sólo se puede superar el mal con la gnosis (ver gnosticismo), es decir, el conocimiento que tienen unos pocos iniciados; en definitiva, se niega la libertad humana;
  • ético: por una parte se afirma la necesidad de un ascetismo riguroso (contra todo lo que tiene que ver con los tria signacula morum: la boca —mentiras y alimentos impuros—, la mano —los homicidios— y el seno —los placeres sensuales, el matrimonio—), y por otra se desprecia toda ley y se pretende actuar por encima del bien y del mal [¿opción fundamental?], lo que conduce en ocasiones a una laxitud moral completa.

XXXXXAgustín ataca al pesimismo maniqueo, apoyándose en Plotino, sobre todo en la doctrina del único Dios Espíritu Creador y de la bondad de la Creación (comentarios al Génesis).

c) El autonomismo pelagiano

XXXXXAl final de su vida, San Agustín escribe su Opus imperfectum contra Iulianum. En esta obra explica cómo el maniqueísmo es contrario al pelagianismo. El primero niega la libertad humana y el segundo minimiza la gracia divina.

XXXXXPelagio afirmaba que no se trasmite el pecado original y que la gracia es dada al hombre como consecuencia de sus obras meritorias. Negaba así la donación gratuita de Dios, y hacía inútil el mismo sacrificio de Cristo ("Crux Christi evacuatur").

XXXXXInfluido por el estoicismo romano, Pelagio consideraba al hombre autónomo y capaz de conseguir la salvación con su sola libertad.

XXXXXSan Agustín explica la relación entre gracia y libertad haciendo ver que ambos aspectos se comprenden perfectamente cuando consideramos que son dones de Dios y se someten a su verdad. La gracia precede a la voluntad, pero no la anula, sino que la convierte en poderosa para el bien.

d) El integralismo donatista

XXXXXAl escepticismo se enfrenta Agustín como filósofo, al maniqueísmo y pelagianismo como teólogo, y al donatismo como obispo.

XXXXXLos donatistas rechazaban a los sacerdotes y obispos que habían caído en la persecución y los consideraban indignos de poder administrar los sacramentos, que sólo serían válidos si eran conferidos por ministros dignos. Su moralismo pretencioso les llevaba a acusar, injuriar y matar (los circumceliones).

XXXXXSan Agustín explica una eclesiología realista. En la Iglesia in via caben los hombres ejemplares y los pecadores que luchan y se purifican. Solamente todos serán santos en la Iglesia in patria. La Iglesia, en esta vida, está conformada por las dos ciudades: la ciudad de Dios y la ciudad del pecado (De Civitate Dei).

3. Los mismos peligros en la sociedad postmoderna

a) Escepticismo moderno

  • proviene de la negación de la metafísica;
  • aparece en el cientifismo (sólo dar valor a los juicios de hecho) y en el historicismo (cada época histórica tiene su verdad);
  • la hermenéutica —que sostiene muchas tesis a la vez— se convierte en la metodología del escepticismo historiográfico;
  • la filosofía analítica y del lenguaje, que se conforman con estudiar lo llamado verdadero o bueno en lugar de la verdad y la bondad, son claras muestras del escepticismo actual que se convierte en sociologismo relativístico;
  • Popper afirma, por ejemplo, que todo se puede falsificar y por lo tanto, nada se puede verificar;
  • hoy sucede lo que decía Chesterton: que quien no cree en nada, acaba creyéndolo todo (lo que dicen los periódicos, las promesas de los políticos, etc.);
  • el homo debilis de nuestra época está continuamente sometido a una intensificación de la agitación neurótica en el continuo y rápido sucederse de estímulos externos, cada uno de los cuales se deshace del anterior antes de que pueda saberse si era verdadero o falso; el tecnopolitano actual es escéptico sin tener tiempo para darse cuenta de ello.

b) Maniqueísmo moderno

  • el gnosticismo permea gran parte de la filosofía moderna;
  • el sistema copernicano quita al hombre del centro y acaba quitando el centro del hombre;
  • el hombre en el cosmos se encuentra frente a dos extraños: el mundo y Dios, que ha desaparecido sin dejar ni rastro; esta extrañeza maniquea de Dios y del mundo hace imposible una respuesta al absurdo del mal; el mal se convierte en la prueba de la no existencia de Dios (por ejemplo, para Schopenhauer, en el terremoto de Ginebra); se pasa de la fórmula tomística si Deus est, unde malum? a esta otra: malum est, ergo Deus non est;
  • el dualismo maniqueo está en la base del nihilismo contemporáneo;
  • la temática gnóstica se convierte en un melting-pot en la conciencia contemporánea: el hombre rompe el cordón umbilical con la naturaleza y con Dios, y las consecuencias son el antinatalismo, el aborto, los anticonceptivos, la ingeniería genética, el terror ecológico de frente a la naturaleza contaminada que muere;
  • como el gnóstico, el hombre actual desea anularse lo antes posible: aborto, eutanasia, suicidio, cremación.

c) Pelagianismo moderno

  • toda la filosofía moderna constituye un crescendo de autonomismo y de antropocentrismo (sapere aude);
  • se sustituye Dios por el Yo (idealismo alemán);
  • en la teología se da el giro antropológico; debe matarse a Dios para que el Superhombre pueda inventar los valores;
  • los intentos religiosos del neopelagianismo carecen del dato esencial de la experiencia religiosa: el primado de la iniciativa de Dios en la salvación; la forma más banal es reducir la religión a moralidad (moralismo): lo importante es la conducta, por eso hay muchos cristianos anónimos; cada uno se salva en la religión en que está (mito del hombre bueno con las solas fuerzas de la naturaleza);
  • la conciencia de la creaturalidad humana y la experiencia del pecado original en la propia vida lleva al pelagianismo a adoptar posturas seudo religiosas y mágicas: éste es el origen del despertar religioso que se observa en la actualidad.

d) Donatismo moderno: la Iglesia de los puros

XXXXXEl integrismo donatista se manifiesta en la actualidad en el ataque a la Iglesia como "instrumento de poder, dominio y privilegio", y a la religión como una superestructura clerical de la vida religiosa contra los "pobres" y los "humildes".

XXXXXSe pueden señalar diversas manifestaciones de neodonatismo que llevan al arquetipo donatista de la no creencia:

  • la invención de la "era constantiniana";
  • las comunidades de base;
  • los sacerdotes obreros;
  • las marchas pacifistas;
  • el primado de la ortopraxis sobre la ortodoxia;
  • la teología de la liberación;
  • la opción preferencial por los pobres;
  • la religión se convierte en ancilla revolutionis: se subordina toda afirmación de fe o de teología a la política;
  • el neodonatismo actual puede presentarse atenuado: la Iglesia se considera como una sucursal de la cruz roja en su labor puramente filantrópica y social;
  • se ve a la Iglesia no como una madre que debe ser amada, sino como una prostituta que debe ser redimida (cfr. el meaculpismo actual).

XXXXXExiste la esperanza, como señala T.S. Eliot, de que en el tercer milenio aparezca una sociedad verdaderamente cristiana.

4. Conclusión

XXXXXAgustín combate cuatro peligros siempre presentes en la vida de todo hombre:

  • la relativización de la verdad, el pasotismo y la falta de compromiso vital;
  • el pesimismo y la falta de fe en la bondad de la Creación y en la acción de la Providencia;
  • la falta de sentido religioso y el naturalismo paganizante;
  • la soberbia y la falta de comprensión de los errores humanos.

XXXXXPero, en concreto, podrían resumirse en estas cuatro actitudes que experimentamos todos:

  • falta de convicciones y falta de compromiso por falta de una fe operativa;
  • pesimismo y falta de esperanza por falta de esperanza y confianza en la propia libertad;
  • naturalismo por falta de sentido sobrenatural y sentido del misterio;
  • integrismo por soberbia y falta de caridad.

XXXXXTodavía podríamos concluir de manera más sintética, diciendo que lo que cada una de estas cuatro herejías represente en la vida de cada hombre es:

  • el escepticismo: una falta de la virtud de la fe; (Prioridad de la verdad de fe que ilumina la razón)
  • el maniqueísmo: una falta de la virtud de la esperanza; (Confianza en Dios, el hombre y el mundo)
  • el pelagianismo: una falta de la virtud de la religión; (Sentido del misterio y de la sujeción a Dios)
  • el donatismo: una falta de la virtudes de la humildad y de la caridad (Actitud pastoral, llena de misericordia).

XXXXXEn este sentido, cabe señalar estos cuatro estilos de afrontar el problema de Dios, del hombre y del mundo, como los arquetipos de la no creencia, porque realmente se trata de cuatro modos de arrancar algún aspecto central del modo teologal de comprender la realidad.

XXXXXEn el mundo postmoderno en que vivimos —muy parecido a la sociedad helenística en que vivió San Agustín— habría que reforzar cuatro cosas principalmente:

  • la búsqueda de una fe fuerte mediante una sólida formación doctrinal;
  • el clima de libertad y confianza que tiene que estar presente en todos los ámbitos de la vida humana;
  • el sentido del misterio o sentido religioso de lo sacro y la dependencia de Dios mediante una vida de piedad intensa;
  • la formación de hombres con un hondo sentido de la misericordia fruto de la humildad (reconocerse pecador para saber perdonar).

XXXXXBibliografía: Gianfranco Morra, Gli archetipi de la non credenza, en Studi Cattolici, n. 441, pp. 741-750.

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