LLANES (PRINCIPADO DE ASTURIAS)

A. GEOGRAFÍA E HISTORIA DE LLANES

       En el mapa que aparece a continuación se puede apreciar una vista panorámica de los alrededores de Llanes, Asturias. En el Concejo de Llanes nacieron casi todos los antepasados, que conocemos hasta ahora, de José Sordo Mijares (1863-1935), cuyos padres fueron nuestros bisabuelos Joaquín Sordo Pérez y Ángela de Mijares Merodio. Hay dos linajes asturianos que tienen su origen en el Concejo de Peñamellera Alta: los Caso y los Díaz, que proceden de Ruenes.

       José Sordo Mijares, salió de Llanes a los 13 años de edad. Llegó a México cuando comenzaba la época de don Porfirio Díaz. Comenzó a trabajar en el comercio con su tío materno Juan de Mijares Merodio (nacido en 1826) que, a su vez, había llegado a trabajar con su tío paterno Marcos de Mijares Díaz (nacido c.1810). El 28 de agosto de 1902, José casó en la ciudad de México con Carmen Madaleno Domínguez, nacida en San Juan del Río, Querétaro, el 24 de agosto de 1876.

1. Tiempos primitivos

       Asturias llena de restos arqueológicos, utensilios y pinturas en cuevas que se remontan a varias decenas de miles de años, pero poco se conoce de los tiempos primitivos del Concejo de Llanes. En esa zona vivían los cantabro-astures, descendientes de los primeros celtas e iberos que poblaron la península Ibérica. Estos moradores se agrupaban en tribus. Eran fieros e indomables guerreros, en continua lucha. Dicen las crónicas que los cantabro-astures preferían matarse ellos mismos antes que caer en manos del enemigo, lo cual muestra su valor y su amor a la libertad, llegando incluso las madres a matar a los hijos pequeños para que no llegasen a se esclavos.

       Existen numerosas muestras de pinturas y arte prehistórico en multitud de cuevas por todo el concejo, sobre todo en Posada y Balmori. Del periodo Asturiense son dignas de mención las cuevas de El Penicial y La Riera.

       Con la llegada del Neolítico aparecen la cerámica y los túmulos. Destaca por su originalidad el "Idolo de Peña Tú", en la Sierra Plana de Vidiago, monolito al aire libre que tiene unas pinturas prehistóricas en su base, al parecer representan a un personaje notable con un puñal o espada, de la época del Bronce antiguo.

       Los cántabros-astures comían pan de bellota, usaban vasos de cerámica para beber, con el agua cristalina de sus fuentes, la sangre de caballo. Preparaban cerveza en sus festines. Vestían toscos sayos y dormían sobre pobrísimos lechos o en el duro suelo. Los casamientos eran a la manera de los griegos. Las mujeres trabajaban en el campo, recibían el dote al casarse y eran favorecidas en la herencia. Se dejaban crecer el cabello, sobre el que ponían tocados semejantes a turbantes y duras mitras cuando entraban en contienda. Los útiles de la vida no podían ser más rústicos: las armas eran espadas falcatas de hierro bien templado, y para defenderse tenían broquelotes. Además, envenenaban las flechas con preparación de apio.

       Sufridos y tenaces en toda clase de privaciones, todo lo sacrificaban al amor de la patria, mirando con recelo, cuando no con odio, a otros pueblos, y sobre todo a los romanos. En increíbles embarcaciones se lanzaron por mar a tierras muy lejanas.

       Los cantabro-astures participaron en las guerras de los cartagineses en Italia, junto a Anibal. Era notoria su capacidad de sufrimiento y resistencia. Entre ellos se distinguió el valiente Laso. Con Anibal vencieron en Tessino, en Trebia, Trasimeno y Cannas (año 216 a.C.), pero bien pronto comenzaron a sufrir derrotas cuando fueron vencidos por Marcelo —la espada de la república—, Fabio —el escudo de Roma— y por el famoso Scipión, llamado el africano. En aquella catástrofe de Cartago nadie cuenta lo que fue de los cantabro-astures, sus auxiliadores, que en Africa, Italia y España debieron sufrir la terrible durísima ley del vencido, para alimentar en lo sucesivo perennes ideas de venganza y odio de generación en generación contra Roma. Por esto Horacio llama al cántabro "el antiguo enemigo de los romanos".

2. Godos, visigodos y árabes

       Una vez sometidos por los romanos, los cántabros-astures llegaron a convertirse en fieles aliados de estos, por lo cual sufrieron su misma suerte cuando el Imperio Romano se desmembró y comenzaron las invasiones de los bárbaros del norte. Se cree que los cantabro-astures y con ellos los llaniscos, rechazaron con las armas a los arrianos en los siglos V y VI, y fueron invadidos y saqueados por los hérulos hacia el año 456. Los reyes visigodos Leovigildo y Sisebuto dominaron por completo estas regiones, y entre ellas el Concejo de Llanes, aunque todavía no tenía ese nombre.

       Después de los visigodos llegaron los árabes (que dominaron la península debido a las guerras internas que había entre los reyes godos), y fue en Asturias desde donde Don Pelayo comienza la reconquista con la célebre batalla de Covadonga, y de ahí a todo el territorio, en unas guerras que duraron ocho siglos. Pelayo, al parecer, era nieto del rey visigodo Chindasvinto, e hijo de Favila duque de Cantabria y de Asturias. A la muerte de Pelayo le siguieron en el trono de Asturias su hijo Favila que murió prontamente en manos de un oso asturiano. Después ciñó la corona del Reino Asturiano Alfonso I, (739-767), llamado el Católico, hijo de Pedro, duque cántabro, casado con la hija de Pelayo. Fue seguramente durante el reinado de Alfonso I cuando se fundó el pueblo que más tarde se llamó Llanes, primeramente llamada Puebla de Aguilar, con centro en el castillo de Soberrón. Durante el siglo XII se erigen el monasterio de San Salvador de Celorio y el de San Antolín de Bedón

3. El Concejo de Llanes

       El Concejo de Llanes está situado en el extremo oriental del Principado de Asturias, en el norte de España. Sus límites son: al Norte, el mar Cantábrico, que baña todo el litoral llanisco, repleto de playas; al Este, la región autonómica de Cantabria; al Oeste, los ríos L'Aguadamía y Cabra, que lo separan de Ribadesella y Ribadedeva; al Sur, elevadísimos montes —para ser costeros— de la sierra del Cuera, forman frontera con los concejos de Cangas de Onís, Cabrales, Peñamellera Alta y Peñamellera Baja.

       El Concejo comprende un rectángulo aproximado de 263,59 kilómetros cuadrados, extendiéndose 30 kilómetros de este a oeste y 8 por donde más de Norte a Sur.

       Llanes es una zona por excelencia montañosa, como todo el norte de la cornisa cantábrica. Merece especial atención Peña Blanca, por ser la máxima cima del concejo, que se alza sobre el pueblo de El Mazuco y suma 1117 mts. de altura sobre el nivel del mar. "El Traviesu" es la parte no rocasa de la inmensa ladera en la que el Cuera se desploma hacia el norte y en la que se halla el "Jaedu", el bosque asturiano mas alejado de toda vía rodada de penetración. Otros parajes destacados del monte son "La Llosa Viango", una depresión cárstica clásica, y el Picu el Castiellu, una pica rocosa situada sobre el pueblo del Soberrón.

       El río Cabia, Cabra o de San Yuste, que nace en el ojo de Borbolla, se une en Carranzo con riachuelos que vienen de Carístanos, Gancioso y Prado, y siguen por Tresgrandas, y después de una travesía de 5 kilómetros de Sur a norte, desemboca en el mar cerca del islote de Santiuste, no lejos del llamado Bufón, roca horadada por las aguas del cantábrico, que al chocar contra la peña, se elevan a gran altura en chorro produciendo un bronco ruido.

       El riachuelo Braña, desagua entre Pendueles y Vidiago. El río Purón nace al pié septentrional de la sierra de la borbolla, pasa por Purón y desemboca en pequeña abra. El río carrocedo o de Llanes, se forma de varios manantiales desde Soberrón, Pereda y Cuestas de Parres, desembocando en la dársena de la villa de Llanes. El riachuelo de Poo nace en Porrúa y pasando por las Conchas llega a la costa entre Palo de Póo y el islote de la almenada. También están los riachuelos de Barro y Celorio.

       El clima llanisco es templado, con oscilaciones térmicas bastante moderadas, elvada humedad relativa, abundantes precipitaciones y frecuente nubosidad. Esta moderación de las temperaturas se refleja en veranos e inviernos suaves con unas medias que superan los 17ºC en verano y los 8'5ºC en invierno.

       En las precipitaciones la Cordillera del Cuera juega un papel importante a lo largo del año pues actúa a modo de pantalla frente a las masas de aire húmedo procedentes del mar.

       Las principales localidades del Concejo de Llanes son: Andrín, Ardisana, Barro, La Borbolla, Caldueño, Los Callejos, Carranzo, Los Carriles, Celorio, Cué, Hontoria, Llanes (La Galguera, Pancar, La Portilla y Soberrón), La Malatería, Meré, Naves, Nueva, Parres, Pendules, Poo, Porrúa, Posada, Pría, Purón, Rales, San Roque del Acebal, Tresgrandas, Vibaño, Vidiago. Ver mapa A y mapa B .

       José Sordo Mijares (1863-1935) nació en Cué. De ahí proceden los Mijares, Merodio, Sobrino, Calvo, Díaz y Parás de nuestra familia. Nuestro abuelo materno, José Sordo Mijares, salió de Llanes en el año de 1876, cuando tenía sólo 13 años de edad. Llegó a México al comenzar la época del "porfiriato". El General Porfirio Díaz gobernó México hasta 1910, año que comenzó la Revolución mexicana.

       La Galguera, el lugar de origen de los Sordo y de los Pérez, está situada un poco al sur de la villa de Llanes, en el camino a La Pereda. En La Galguera nació Pedro Sordo hacia el año de 1580 (ver linaje de los Sordo). Pedro Sordo es el más antiguo representante que conocemos del linaje de los Sordo, y hay ocho generaciones desde él a nuestro bisabuelo Joaquín Sordo Pérez: Pedro (c.1580), Pascual (1611), Felipe (c.1675), Felipe (1702), Francisco (1729), José (1770), Joaquín (1797) y Joaquín (1823).

       En el siguiente mapa se pueden ver algunas de las poblaciones del Concejo de Llanes, Asturias.

4. Siglo XIII. Fuero de Llanes

       Una de las fechas más importantes para el Concejo de Llanes es el 1º de octubre del año 1206 cuando Llanes pasa a obtener este nombre y crearse el Fuero de Llanes otorgado por el rey Alfonso IX de León. Fuero equivale a "libertad", y en sus preceptos hay una lista de privilegios y libertades, que contribuirían a una mejora del orden público, de la disciplina y de la buena administración. También disponía el Fuero otros pormenores, tales como la prohibición de jugar a los dados, el juego en las tabernas, plazas o rúas, la garantía a viandantes y peregrinos, la protección a los clérigos, la exención de ciertos tributos, etc.

       Pronto se rodeará a la villa de una gran muralla, (todavía se conserva una gran parte) una gran iglesia y el hospital de San Roque, además de varios mercados. Enseguida comenzará la actividad del puerto pesquero que será uno de los más importantes del norte y uno de los mayores pilares para el desarrollo económico de la villa. El puerto sufrió dos incendios, uno en 1480 y otro en 1509.

       La Marineria llanisca fue fuente principal de ingresos, durante más de cuatro siglos. Ya en el siglo XIII el puerto debía tener alguna importancia porque el rey Alfonso IX, en el año 1225, entre otras mercedes, concede al monasterio de Valdedios el derecho de la décima parte de su portazgo. En el siglo XIV las embarcaciones llaniscas se aventuraban ya al comercio con naciones europeas. Por citar un caso, con fecha 30 de marzo de 1357, hay en los registros diplomáticos de Londres un salvoconducto dado en Westminster, por el que el rey concedía protección a Juan Alfonso, mercader de Baneres que viene en un barco llamado Santa María, de Llanes, propiedad de Juan Martínez, cargado con diversas mercancías y que yendo hacia Flandes hizo escala en el puerto de Sandwich por causas forzosas.

       La actividad marinera de Llanes tuvo su esplendor en los siglos XVI y XVII, esplendor debido en gran manera al interés que el concejo ponía en defenderla y fomentarla a través de exigentes ordenanzas, tales como las que prohibían vender cualquier clase de nave sin su licencia. No sólo se practicaba la pesca de bajura, sino que las embarcaciones se lanzaban a la pesca a lejanos mares, llegando hasta los bancos de Terranova a la captura del bacalao. Pero lo que más celebridad dio al gremio de mareantes de Llanes, ha sido la pericia y valentía en la pesca de ballenas. Esta pesca se llevaba a cabo generalmente en aguas llaniscas, aunque no faltaban expediciones a mares lejanos. La costera se hacía siempre por cuenta de la villa que se encargaba de saldar los gastos de contrata de los balleneros en Getaria y en otros lugares vascos. Se remataba al mejor postor el arrendamiento de los productos de la pesca, cuyo importe ingresaba en las arcas de la villa (independientes de las arcas del concejo), pagando además derechos de alcabala. El que arrendaba la "pesquería", no podía aprovechar sus mondongos o entrellices (intestinos y panza de los animales) que vendía en subasta la villa. El día de pesca ballenera en Llanes era día de regocijo sin igual, representaba cuantiosas ganancias para todos, y todo redundaba en el bienestar del concejo. Los descuentos que hacía el contador en las ventas de los productos del mar iban a parar al fondo del gremio y servían para aliviar necesidades de sus asociados, en casos de enfermedad, cuando algunos mozos fueran llamados para el servicio de la Real Armada, etc. Aún conserva el puerto llanisco vestigios antiguos de su grandeza.

       A finales del siglo XIII, en 1295, Llanes acude a la Hermandad formada en las Cortes de Valladolid, contra los abusos del feudalismo. A pesar de que el Fuero disponía que los vecinos de la villa no tuvieran otro señor que el rey, declarando traidor al que se hiciese vasallo de un señor, Fernando IV "el Emplazado" la dio a su hermano el infante Don Pedro. Esto debió ocurrir antes del año 1312, fecha de la muerte de Rey, y el infante la devolvió a Alfonso XI, su sobrino, por testamento del año 1317.

       En el s. XV se encuentra una nueva transgresión del Fuero de Llanes. El 15 de junio de 1440, Juan II hace merced de esta villa y de la de Ribadesella a Diego Fernández de Quiñones, en compensación de las de Cangas y Tineo que le habían sido robadas. Pronto hubo de rectificar el Monarca, pues los Quiñones tiranizaron de tal modo a Asturias que en 31 de mayo de 1444, encarga a Fernando Valdés, Gonzalo Rodriguez Argüelles y Juan Pariente de Llanes para que tomen posesión del Principado, dejando libres sus tierras de la ocupación de los Quiñones, mas por poco tiempo. Enrique IV, que el mismo día había prestado juramento como Príncipe de Asturias, dando pruebas de su ineptitud, otorgaba el 28 de marzo de 1447 en Segovia una carta ordenando la restitución de todos los bienes a Diego Quiñones, haciéndole además merced de la merindad mayor de Oviedo. Hacia el año 1465 el conde de Luna cercó la villa de Llanes, teniendo el infante don Alfonso que enviar tropas para librarla, autorizando el 1º de mayo de 1466, tomar 10.000 maravedís del tesoro real para pagar dichas tropas.

       A excepción de Carlos I, todos los monarcas, desde Alfonso IX hasta Felipe V, confirmaron el Fuero de Llanes. Los reyes Católicos integran la villa como una de las llamadas "Cuatro Sacadas" (desglosadas) del principado, liberando sus territorios de cualquier intromisión nobiliaria. No quiso el Emperador confirmar el Fuero toda vez que los llaniscos se opusieron a reconocerle como rey, en vida de la legítima reina, su madre dona Juana la Loca. Sin embargo, como refiere el cronista Laurent Vital (Relación del primer viaje de Carlos V a España, Madrid 1958), según sus posibilidades, los llaniscos lo recibieron gozosamente. "El clero fue al encuentro en bella procesión y las buenas gentes habían engalanado sus casas con follajes verdes y ramos, y alfombrado hasta el alojamiento el pavimento por donde pasaba, con hierba". Aún se conserva la casona donde se alojó, en la calle mayor, que era propiedad de Juan Pariente, sobrino nieto del contador real y alcaide de Llanes, del mismo nombre, como recuerda en la casa una inscripción en letra gótica, tallada en madera: A XXVI de septiembre de MDXVII años posó el rey Don Carlos en esta casa de Juan Pariente.

       La noticia que más pormenoriza Laurent Vital en sus relatos sobre la entrada de Carlos V en Llanes es la relativa a la corrida de toros, que en su honor los llaniscos ofrecieron, por los detalles que aporta, debió causar honda impresión en el curioso cronista flamenco. Este siglo siguiente coincide con el máximo esplendor de la marinería, convirtiéndose el puerto de Llanes en uno de los más importantes del Cantábrico.

5. Siglo XIX

       Por su alejamiento de la capital del Principado y sobre todo, por su situación fronteriza, Llanes sufrió los primeros y más duros golpes asestados por los franceses. El 22 de mayo de 1809 las tropas de Bonet penetran en el concejo, "llenándolo todo de luto, desolación y amargura, con tanta sangre como derramaron, muertes, profanaciones de iglesias, robos sagrados y profanos, violencias, estupros y todo género de maldades". En febrero de 1810 después de la batalla del río Purón los franceses ocupan la villa acuartelándose por espacio de dieciocho meses en el convento de agustinas, a que hace referencia el cantar

la partida de Balmori
no quiere ir para Cangas
que quiere matar franceses
junto al convento de Llanes

       Entre los héroes locales de la independencia destaca Blas de Posada (gobernador militar de esta villa), que el 5 de diciembre de 1808 batió a los franceses en Unquera, tomándoles dos cañones de a 4; Jose Balmori, jefe de guerrillas con cuartel en Vibaño, continua pesadilla, por sus emboscadas, de los acuartelamientos de la villa; y Zapatinos, humilde labrador de Nueva que después que el enemigo incendió su casa se dedicó a "cazar franceses", pasando su cuenta de 100.

       Durante la guerra carlista, algunas partidas pasaron por la villa, siendo la primera, en 1834, la más importante, por los desafueros cometidos. Llevaron tres señoras y algunos beneficiados en rehenes por los que el convento de Celorio hubo de pagar 9000 reales. Resulta lógico, por lo tanto, que la Constitución de 1839, fuera recibida en la villa con todo entusiasmo.

       En el aspecto económico, una vez que entró en decadencia la pesca y el comercio marítimo, fue la agricultura y ganadería el medio de subsistencia de la población. Los principales productos de cultivo fueron el maíz, las jabas (alubias) y las patatas, además de un complemento importante en la alimentación como son los árboles frutales y en especial el manzano. La sidra es la bebida tradicional más consumida. Aún hoy en día se fabrica dicha bebida en llagares familiares para consumo propio. Hasta finales del siglo XIX, el 80% de las tierras agrícolas estaban en manos de una treintena de propietarios. Aproximadamente la mitad del efectivo ganadero les pertenecía. De ahí se explica la fuerte emigración a América, sobre todo a México, que por siglos hubo de sufrir el Oriente asturiano. Defecto, a su vez de esta emigración, de las tierras que adquirieron a su retorno los "indianos" es la abolición de la comuña, y la situación actual, socialmente mucho más proporcional. Oleadas de familias fueron principalmente a Venezuela y México, fundando numerosas colonias en estos países, con los cuales el concejo mantiene una relación muy entrañable.

       La ganadería es de tipo extensivo, basada en los pastos comunales y destinada a la obtención de queso y carne, pero se encontraba mucho mas desarrollada en los pueblos del interior municipal, cuyos habitantes se desparramaban desde mayo hasta octubre por los sitios y vegas de los montes del concejo, aunque además los pastores de los pueblos de Porrúa y de Parres tienen derecho a utilizar los pastos del puerto del Cuera, perteneciente al vecino concejo de Cabrales.

       La industria carece de significación. De los numerosos molinos harineros, tan solo queda algún viejo edificio, sobre todo en los ríos Bedón, Carrocedo y Purón. Otro tanto hay que decir de la industria herreril y de los telares, ubicados en gran número en el barrio llanisco del Cueto. Los tejeros de Llanes alcanzaron gran renombre. Por la primavera, en cuadrillas, se esparcían por toda España, preferentemente por Castilla, Vizcaya y Asturias, dedicándose en ininterrumpido trabajo y entre grandes privaciones al quehacer de su profesión: la fabricación de ladrillos y tejas, economía muy aprovechada en el municipio. Actualmente la industria se reduce al ramo de la construcción.

       Hasta hace pocos años la mayoría de los vecinos del concejo vivían del campo, pero esta proporción está cambiando en los tiempos actuales, y en esta última década se ha producido un cambio irreversible que obliga a los trabajadores a dirigirse hacia el sector terciario, principalmente la hostelería. Muchos vecinos del concejo viven del turismo siendo entre ellos abundantes los empleados en hostelería, en la mayoría de los casos fuente única de ingresos durante el año.

B. LINAJES DE LLANES

       ORIGEN (a continuación aparecen los representantes más antiguos de cada apellido; el linaje completo se puede ver en la sección de apellidos)

  • Balmori, Francisco (La Galguera, c.1646)
  • Calvo, Domingo (San Roque del Acebal, c.1695)
  • Calvo, Manuel (Cué, c.1735)
  • Calvo, Manuel (San Roque del Acebal, c.1715)
  • Calvo Abad, Pedro (San Roque del Acebal, c.1700)
  • Capellán (del) Martínez, Josefa (Llanes, c.1710)
  • Cué, Felipe (Llanes, c.1715)
  • Cué, Rosa (Llanes, c.1710)
  • Díaz del Abad, Juan (Covielles, c.1705)
  • Fuente, Francisca de la (Llanes, c.1720)
  • Galguera Fernández, Francisca (San Roque del Acebal, c.1712)
  • Galguera, María Ana (La Galguera, c.1715)
  • Galguera, María Antonioa (San Roque del Acebal, c.1720)
  • García, María (Cué, c.1695)
  • García Bustillo, Josefa (La Galguera, c.1705)
  • Guerra, María (La Galguera, c.1585)
  • Gutiérrez, Ana (La Galguera, c.1635)
  • Linares, Dorotea (San Roque del Acebal, c.1700)
  • Llongar (de la) Pedregal, María (c.1705)
  • Merodio (de), Matías (Covielles, c.1700)
  • Mestas (de) Bustillo, Francisco (Llanes, c.1705)
  • Mijares, Juan (La Galguera, c.1670)
  • Mijares (de), Juan (Cué, c.1690)
  • Parás, Alonso (Cué, c.1700)
  • Pérez Merodio, José (La Galguera, c.1705)
  • Portilla, Comesa (Llanes, c.1675)
  • Sobrino, Josefa (Covielles, c.1705)
  • Sobrino, Santiago (Covielles, c.1705)
  • Sordo, María (Covielles, c.1710)
  • Sordo, Pedro (La Galguera, c.1580)
  • Sordo Galguera, Ana María (La Galguera, c.1715)
  • Sordo Sánchez, Cosme (La Galguera, c.1700)
  • Sordo Somohano, Juan (La Galguera, c.1710)
  • Sotres, Pedro (La Galguera, c.1705)
  • Theresa (de), Teresa (Cué, c.1705)

       RESIDENCIA (se trata de los apellidos que proceden de otro lugar, pero que residieron en Llanes)

  • Caso (de), Antonio (Ruenes, Peñamellera, Asturias, c.1700)
  • Díaz, Inés (Ruenes, Peñamellera, Asturias, c.1695)

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