BREVE BIOGRAFÍA DE JOSÉ SORDO MIJARES (1863-1935)

1. Nacimiento e infancia (1863-1878)

       José Sordo Mijares nació en Cue, Concejo de Llanes (Asturias), el 9 de julio de 1863. Sus padres eran D. Joaquín Sordo Pérez, natural de La Galguera (Llanes) y Dª Ángela de Mijares Merodio, natural de Cue (Llanes). Sus abuelos paternos fueron José Sordo Mijares (foto tomada hacia 1930)D. Joaquín Sordo, natural de La Galguera y Dª Joaquina Pérez, natural de La Galguera. Sus abuelos maternos fueron D. Juan de Mijares, natural de Cue y Dª Teresa Merodio, natural de Cue.

       José Sordo fue bautizado al día siguiente en la Parroquia de San Román de Cue. Conservamos copia de la partida de Bautismo en el Archivo Familiar. Se trata de un documento fechado el 14 de enero de 1997 y firmado por el Sr. Don Luis Díaz García, encargado del archivo parroquial de la Parroquia de San Román de Cué, arciprestazgo de Llanes, Diócesis de Oviedo, Provincia de Asturias. Certifica que, según consta del acta contenida en el libro 6º, folio 29 vuelto, de dicha Parroquia, D. José Sordo Mijares fue bautizado el día 10 de julio de 1863. Nació el día 9 de julio de 1863, siendo natural de Cué. Sus padres fueron D. Joaquín Sordo, natural de La Galguera (Llanes) y Dª Ángela Mijares, natural de La Galguera (Llanes). Sus abuelos paternos fueron D. Joaquín Sordo, natural de La Galguera (Llanes) y Dª Joaquina Pérez, natural de La Galguera (Llanes). Sus abuelos maternos fueron D. Juan de Mijares, natural de Cué y Dª Teresa Merodio, natural de Cué. Sus Padrinos fueron Raimundo Pérez y Angela Sordo. El ministro fue el Pbro. Francisco Fernández Torre».

       José era el séptimo hijo del matrimonio. Antes de él habían nacido Joaquina, Ángela, Juan, Petra, María y Joaquín. Después le seguiría su hermana Loreto.

       Cue estaba muy cerca de la Villa de Llanes. Se podía recorrer la corta distancia caminando. Por lo tanto, cuando tuvo la edad suficiente, se incorporó al Colegio de La Arquera, donde estudió la instrucción primaria.

       Al terminar, cuando tenía apenas catorce años de edad, tuvo que salir de su tierra natal como muchos otros compatriotas. En la parte oriental del Concejo de Llanes, había escasez de tierra y de trabajo. Las malas cosechas y la carestía obligaron a emigrar a millones de europeos a América. Como es sabido, esto fue un fenómeno que especialmente se dio en los países del Occidente de Europa. Los irlandeses partieron a Norte América. Los españoles de la cornisa cantábrica a Hispanoamérica. En la colección "Expedientes de Embarque" del "Archivo Municipal de Llanes" (ver ficha aquí: expediente 4, año 1878, caja 237), se menciona que José recibió el permiso para emigrar el 10 de marzo de 1878, con 14 años 8 meses y 1 día, de edad; y residía en La Portilla, Llanes). La razón de la emigración es: "residir y trabajar". Su hermano Joaquín ya había emigrado (permiso del 11 de marzo de 1876). Había nacido el 23 de agosto de 1861.

       José tenía algunos parientes en México. Por ejemplo, Marcos Mijares Díaz (c.1810), tío de su madre, había emigrado a México hacía algunos años. También estaba en México Juan de Mijares Merodio, hermano de su madre (nacido en 1826).

       Los tres hijos varones de Joaquín Sordo y Ángela Mijares emigraron a México sucesivamente. Es seguro que en 1877, Juan, el hermano mayor, llevaba ya once años en México. Había emigrado, por tanto, hacia 1866. Joaquín, el segundo hermano (nacido el 23-VIII-1861), recibió la autorización para emigrar a México el 11-III-1876 (cfr. Archivo Histórico Municipal de Llanes, Expediente 10, folio 13v, año 1876, Caja 237). Tenía 14 años, 6 meses 11 días de edad. Ahí se menciona que sus padrinos fueron Juan Sordo y María Portilla.

       En el Archivo Histórico Municipal de Llanes (Expediente 4, año 1878, Caja 237), se recogen los datos de emigrante a Veracruz, México, de José Sordo, el hermano más pequeño. La autorización se dió el 10 de marzo de 1878. Consta que tenía 14 años, 8 meses y 1 día de edad.

       Seguramente José se embarcó en Santander hacia el Nuevo Mundo en la primavera 1878. No sabía él que el 24 de agosto de 1876 había nacido en ese nuevo país al que estaba llegando, la que —con los años— sería su mujer: Carmen Madaleno Domínguez, hija de un bilbaíno y una mexicana.

2. Durante la época del Porfiriato (1878-1910)

       En un artículo de periódico que se publicó con ocasión de su fallecimiento (9 de agosto de 1935), se mencionan algunos datos biográficos que vale la pena transcribir:

       "Penosa impresión causó el fallecimiento del señor don José Sordo Mijares, de la Colonia Española, acaecido de una manera casi súbita antes de anoche, a las veinte horas, en su residencia de la calle de Marsella número 39. Don José Sordo contaba al morir setenta y dos años de edad y llevaba cincuenta y ocho de residir en México. Era natural de Cué, Llanes, Asturias; y vino aquí en 1877 [fue en 1878], a trabajar al lado de su hermano don Juan, en una tienda de abarrotes propiedad de este. Abrió después la "Hoja de Lata", convirtiéndose más tarde en almacenista, bajo la razón social José Sordo y Cia., que se convirtió en Sotres Sordo y Cia.. Ocupó el señor Sordo Mijares, puestos prominentes en la banca y el comercio capitalinos, y al morir era consejero del Banco Nacional de México, de las compañías mineras Santa María de la Paz y Anexas y Alacrán y Anexas. En la Colonia Española, ocupó diversos puestos en las directivas del Casino Español y de la Sociedad Española de Beneficencia".

       José Sordo Mijares, como queda dicho, llegó a México en 1878. El país que le recibía entraba en una nueva etapa histórica. Se terminaban las revueltas y pronunciamientos y comenzaba la época del Porfiriato. Desde 1877 hasta 1810 el general oaxaqueño don Porfirio Díaz dirigiría los destinos de la, hasta entonces, zaherida Nación mexicana.

       Con el Porfiriato llegó la paz y la prosperidad económica del país. Los empresarios americanos y europeos estuvieron dispuestos a invertir en un México que prometía un futuro más halagüeño. La Ciudad de México pronto se embellecería y, a finales del siglo XIX, podría competir con las ciudades europeas.

       En ese ambiente de progreso, trabajo y optimismo se desarrollaron los años juveniles de José Sordo. Parece ser que, al llegar a México, trabajó como aprendiz al lado de su hermano Juan. Luego, Como solía suceder con los jóvenes españoles que llegaban a América, pronto fue ascendiendo en el escalafón de los que trabajaban en la tienda (aprendiz, dependiente, empleado, escribiente, administrador…) y llegó el momento de emprender su propio negocio con el pequeño capital que había ido ahorrando, con mucho esfuerzo, en el transcurso de los años.

       El primer nombre del almacén y expendio de semillas del que fue propietario se llamaba "La Hoja de Lata". Más tarde se convirtió en "José Sordo y Cia." y luego en "Sotres Sordo y Cia.". Desde antes de 1900, surgió una estrecha relación comercial con don Cándido Madaleno (el padre de su futura mujer), que le compraba semillas para su hacienda de La Laja (Tequisquiapan, Qro.). Conservamos en el Archivo familiar una carta de Víctor Madaleno a su hermano José Sordo Mijares (1863-1935). Foto tomada el día de su boda con Carmen Madaleno Domínguez, el 28 de agosto de 1902. José tenía 39 años de edad.Cándido, fechada el 15 de diciembre de 1900, en la que, entre otras cosas, le dice lo siguiente:

«Mucho celebraré que la crisis monetaria vaya desapareciendo, para todos será un bien muy grande (…). Yo ignoro si el 24 podré estar en esa (…) y, por si no puedo ir (…) te propongo si te parece que debo escribir a Sordo proponiéndole prorrogue tu pagaré hasta marzo o abril, y dispones de tus 900 pesos hasta enero (…); entiendo que por enero debo empezar a escoger frijol; de mi pagaré vence el 11 y queda más tiempo…».

       Su domicilio lo tenía en la Calle de la Joya (actual 4ª Calle de Cinco de Febrero) nº 39. Estaba a la mitad de la calle en la acera derecha (yendo de norte a sur), entre las actuales calles de República del Salvador y Mesones. La casa —que actualmente no existe— tenía dos plantas. La de abajo estaba ocupada por el expendio de semillas. La de arriba la ocupaban las habitaciones de José y a partir de 1902, de la familia Sordo Madaleno.

       José se casó con Carmen Madaleno Domínguez —hija de Cándido Madaleno Gasteasoro y Paz Domínguez Quintanar— el 28 de agosto de 1902. Era la fiesta de San Agustín, obispo de Hipona. La celebración del matrimonio fue en el Templo de Santa Brígida (que se derruyó en 1933 y estaba en la antigua calle de San Juan de Letrán), dependiente de la parroquia de Santa Catarina, virgen y mártir. La partida (n. 273 del Libro de Matrimonios de Santa Catarina, de 1867 a 1906) dice lo siguiente: "En el Templo de Santa Brígida a veintiocho de Agosto de mil novecientos dos el M.R.P.D. (Muy Reverendo Padre Don) Ramón Prat (R.P.) previo cumplimiento de todos los requisitos legales asistió a matrimonio de D. José Sordo con la Srita. Carmen Madaleno. Fueron padrinos Víctor Madaleno y María Madaleno de manos y de relación el Sr. D. Ramón Mijares y Dña. Concepción Madaleno. De todo lo que doy fe. Antonio Ycaza [firma].

       La primera casa de la familia recién fundada fue, como ya hemos dicho, la planta alta del expendio de semillas. Allí nacieron todos los hijos: Carmen (1904-1987), Luisa (1905-1986), José (1907-1908), Maruca (1909-1974), Mercedes (1911-1985), Juan (1916-1985) y Conchita (1921).

       En 1903 se inauguró el actual edificio del Casino Español, tal como queda constancia en su fachada. Este Centro de reunión, situado en la calle de Isabela Católica, era muy visitado por don José, que vivía a pocas cuadras de allí.

3. Los últimos años (1910-1935)

       José y Carmen hicieron varios viajes a España con sus hijas mayores entre 1902 y 1921. Algunos de ellos fueron motivados por el desorden de la Revolución Mexicana (1910-1917). A veces tenían que salir por las azoteas de las casas para tomar el rumbo de Veracruz y embarcarse hacia España. En esa época José construyó la "Casa de los Leones" situada a la entrada de la carretera de Santander, en Llanes. Era una casa de dos pisos, con un jardín bastante grande en el que había muchos manzanos y una escalera por la que se accedía a la entrada principal, flanqueada por dos leones de bronce de buen tamaño.

       Hacia 1923 o 24 la familia Sordo Madaleno tuvo que salir de México, para evitar los peligros de la post-Revolución y la incipiente persecución religiosa. En esa ocasión pasaron en España tres años. Ya había nacido la menor de sus hijas, Conchita (1921).

       En este viaje vivieron en Madrid, en la calle de Hermosilla, cerca de la iglesia de La Concepción. Conchita recuerda haber oído a su padre el siguiente comentario (no textual): «Mira lo que son las cosas, de joven uno trabaja para poder comer de mayor, y cuando se llega a ser mayor no puede comer uno lo que le apetece». José ya entonces tenía una angina de pecho que se iría agravando poco a poco.

       Hacia 1927 volvieron a México, dónde permanecieron unos cuatro años. La familia se trasladó a vivir a la calle de Marsella 39, entre las calles de Nápoles y Dinamarca. Actualmente esta casa está ocupada por el Instituto Dante Alighieri, de la Embajada de Italia en México.

       En 1932 hacen el segundo viaje a España con toda la familia. En internet hemos encontrado el registro de su llegada a bordo del Cristóbal Colón a Nueva York, el 17 de mayo de 1932, habiendo zarpado de Veracruz el 11 de mayo. En la lista de pasajeros aparece José, Carmen y cinco hijos: María Luisa, María de la Paz, Mercedes, José Juan y Concepción. La única que no va en ese barco es Carmen, la mayor. El día 19 de mayo, estaban de nuevo a bordo del Cristóbal Colón para iniciar la travesía del Atlántico con destino final en algún puerto de España que no se especifica.

       Esta vez, la estancia en España será menor (de un año) pues Carmen y Luisa tenían novios en México y había que volver para formalizar los casamientos. En Madrid la familia Sordo se instala en la calle de Eduardo Dato, n. 32 (actualmente Prolongación de la Gran Vía) muy cerca de la Plaza de España.

       José Sordo pasó los últimos tres años de su vida en México. Falleció casi repentinamente, a consecuencia de su enfermedad cardiaca, el 9 de agosto de 1935, en su casa de la calle de Marsella, a las 8 de la noche. En el artículo de periódico antes mencionado, se mencionan los siguientes datos del sepelio:

       "El sepelio se efectuó ayer por la tarde [10 de agosto] a las dieciséis horas, en el cementerio español (...). Durante el novenario se rezarán los rosarios de ánimas en la Capilla Votiva de Nuestra Señora del Sagrado Corazón de Jesús (Paseo de la Reforma) a las veinte horas. Entre las numerosas personas que asistieron al sepelio, pudimos anotar a los señores Ignacio Mijares, licenciado Wenceslao Mijares, Fernando Pérez Sordo, Emilio Lanzagorta, Antonio González Muñíz, Luis Duque, Gimeno Elías Pando Pandas; Basilio y Rafael Fernández de Lavila, Nicolás Alverde, Frutos Fernández, Miguel del Val, Luis Cano, José Ramón Moreiras, Luis de Abiega, Cayetano Portilla, José Romano González, Ramón Rionda, Feliope Bada, José Sauto, José Sama Cuervo, Ramón Álvarez, Salvador Amieva, Gregorio Oneto, Antonio Noriega, Pedro Rozada Mijares, Arsenio Fernández, Fermín Alonso, Adolfo Prieto, representado por Joaquín Barroso Prieto, Gabriel Bayón, Manuel Dosal Escandón, Pedro Abad, José Purón, Ángel Mijares y Ángel Mijares Jr., Luis Noriega Berdayes, Sandallo Gómez, Gonzalo Lavín, Marcelino Barquín, Juan Aguirrezábal, Manuel Errenguerena, Martín Oyámburu, Fernando Márquez, Vicente Quesada, Félix Suárez, Antonio y José Peláez, Moisés G. Solana, Julián Palacios, Laureano Miguya, Raimundo y Rafael de la Mora y Trueba, Luis de la Mora Madaleno, Javier Kutz, Romualdo S. Trápaga, Víctor Gárate, Santiago Galas, J. Taboada y N. Rojas, Roberto Sordo, Ignacio Goyarzu Basagoiti, Ángel Rivera Mingo, Tomás Urrutia, Pedro Pérez, José de Caso, Enrique Buj, José Sáinz, Pedro Robrero, Lázaro Fernández, Adolfo Graue, Ramón Sordo Noriega, licenciado Francisco Sordo Noriega, Pedro Abaunza, Fernando Díaz, Pedro Portilla Sordo, Tomás Sansano, Ángel Álvarez Fernández, Jesús Díaz de la Fuente, José Pérez, Enrique Noriega, Ignacio Sáinz, Alberto C. Estavillo, Joaquín Fernández, José Mantilla, Enrique Vizoso, Francisco Machín, Dionisio Noriega y otras muchas personas. Las ofrendas florales colocadas sobre la tumba del señor Sordo fueron más de doscientas".

       Sus restos estuvieron con los de Carmen, su mujer, en una cripta del Panteón español en la Ciudad de México. Ahora están en la Cripta de la Parroquia de Nuestra Señora de Lourdes, en la Lomas de Chapultepec.

       La familia continuó, unos años, viviendo en la casa de Marsella, una mansión elegante, de planta cuadrada, con grandes ventanales hacia la calle. Por esa época Juan Sordo Madaleno, el penúltimo de los hijos, terminaba la carrera de Arquitectura.


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