BREVE BIOGRAFÍA DE PAZ DOMÍNGUEZ QUINTANAR (1838-1898)

1. La familia Domínguez Quintanar

       El 10 de septiembre de 1838 nació en San Juan del Río (Querétaro) Paz Domínguez Quintanar (1838-1898). Fotografía de Paz Domínguez Quintanar (1838-1898), tomada hacia 1875, poco después de su matrimonio con Cándido Madaleno. Hacer click para verla ampliada.En su partida de bautismo se menciona a su padre como "Coronel don Juan Domínguez". Su madre era doña Ignacia Quintanar.

«En la Parroquia de San Juan del Río a doce de septiembre de mil ochocientos treinta y ocho, yo el Dm. D. José Ignacio Camacho Cura Propio Juez de ella Bautizé solemnemente a María de la Paz Nicolasa Josefa Petra Regalada Alta Gracia. Esta niña tiene dos días de nacida, hija legítima del Coronel D. Juan Domínguez y Dña. Ignacia Quintanar; Fueron sus padrinos D. Angel García Quintanar y su esposa Dña. María de Jesús Peña todos vecinos de esta villa, están entendidos de sus obligaciones y lo confirmé».

       Paz era la menor de diez hijos: Mercedes (1823), Consuelo (1824), Soledad (1825), Juan (c.1827), Altagracia (1829), Manuel (1830), Ángel (1831), Refugio (c.1835), José Ignacio (1837) y Paz (1838).

       Juan Bernardo Domínguez y Gálvez (1783-1847) había nacido en La Habana en 1783 (ver breve biografía de Juan B. Domínguez y Gálvez y libro "De la Luisiana a la Nueva España"). Su padre —Juan Domínguez Gálvez y Aguilar (nacido en 1742)— era un militar andaluz que, en ese momento, tenía el rango de teniente en el Regimiento de Navarra. Hacía dos años había participado en la guerra contra los ingleses para recuperar los fuertes de la orilla oriental del río Mississippi. Fue especialmente significativa su participación en la batalla naval de Panzacola, en mayo de 1781 (ver linaje Domínguez y Gálvez).

       La madre de Juan Bernardo —abuela paterna de Paz— se llamaba Gertrudis de Otero y Roso (nacida en 1759). Era hija del Contador General del Ejército en las Provincias de la Luisiana y las Floridas. Esta distinción la había recibido en 1780 de Bernardo de Gálvez (1746-1786), Capitan General y Gobernador de la Luisiana y las Floridas, que estaban entonces en poder del monarca español Carlos III de Borbón.

       María Ignacia de Quintanar (1802-1865), la madre de Paz, en cambio, era oriunda de la Nueva España. Había nacido en San Juan del Río en 1802. Tanto por parte de su padre, Ignacio Delgado y Silis (1771-1809; ver linaje Delgado), como de su madre, María Josefa de Quintanar (1775-1802; ver linaje Quintanar), todos sus antepasados eran novohispanos de vieja tradición criolla. Uno de su tíos maternos, Luis de Quintanar (1772-1837), había sido la mano derecha de don Agustín de Iturbide durante la Guerra de Independencia de México, en 1821.

       La familia Domínguez Quintanar, por tanto, tenía hondas raíces novohispanas (cfr. Viejos linajes de la Nueva España y Viejos linajes del Bajío Orietal). Antepasado suyo fue, por ejemplo, el conquistador Alonso Pérez, el Viejo, que luchó junto a Hernán Cortés en la batalla de Tenochtitlán (1521) (ver árbol genealógico y linaje Pérez Bocanegra). Pero también, la mitad de su sangre era de andaluces emigrados a América en el último tercio del siglo XVIII.

       El padre de Paz, Juan Bernardo, había estudiado en una Escuela de Cadetes, desde niño, en Nueva Orleans. Se educó y formó militarmente en el Regimiento de Infantería de la Luisiana. Estuvo también en la ciudad de Panzacola, en la Florida, pero a los 29 años de edad, fue destinado a reforzar los Cuerpos del Ejercito de la Nueva España. Era el año de 1813, y el Ejército Realista necesitaba ayuda para someter a los rebeldes insurgentes. Juan Bernardo, sin embargo, se uniría en 1821 a la causa de la Independencia. Conoce a Luis de Quintanar en la toma de Valladolid (mayo de 1821) y, a través de él a su futura esposa, María Ignacia de Quintanar, en la toma de San Juan del Río (junio de 1821).

       El 19 de noviembre de 1821, en plenos festejos por el triunfo del Ejército Trigarante, el entonces Teniente Coronel Juan B. Domínguez y Gálvez, se une en matrimonio con María Ignacia de Quintanar en la Capilla del Rosario de la Parroquia de Santo Domingo de la Ciudad de México. Fue padrino el Mariscal de Campo Luis de Quintanar.

       A partir de entonces su profesión militar le lleva a diversas regiones del país: México, Jalapa, Querétaro, Guanajuato, San Luis Potosí, Oaxaca… Sin embargo, su mujer y sus hijos vivirán principalmente en tres ciudades: México, Querétaro y San Juan del Río.

2. Infancia y juventud

       Paz era rubia y de ojos claros. El apelativo de "la Güera" se le quedó para siempre, aunque de mayor se le oscureciera el pelo. En una carta escrita en 1883 a su hermanastra Luz, se refleja claramente su carácter emotivo y sensible.

       Aunque Paz nació en San Juan, pronto tuvo que pasar temporadas de su infancia y juventud en la Ciudad de México, pues su padre, durante los últimos años de su vida (1840 a 1847), tuvo que residir en la Capital del país a causa de diversos destinos militares que recibió. Al morir su padre, María Ignacia y sus dos hijas menores —Refugio y Paz— permanecieron en San Juan hasta que Ignacia contrajo segundas nupcias con el Dr. D. Guadalupe Perusquía (1851), que era viudo con seis hijos. En 1855 se casó Refugio con Pedro Argáin, y Paz se traslado con su madre, su padrasto y algunas de sus hermanastras a la Ciudad de México unos cuantos años. Luego, cuando terminó la Guerra de Reforma (1857-1859) con el triunfo de los liberales, la familia volvió a la casa solariega de San Juan, en la calle de Don Esteban. Ahí permanecerían, haciendo viajes esporádicos a México, hasta la muerte de María Ignacia, que falleció en la Ciudad de México el 1° de diciembre de 1865.

       Cinco años continuó viviendo Paz en San Juan del Río con el Dr. Perusquía y sus hijas menores, antes de casarse. Paz tuvo una gran amistad con una de ellas: Guadalupe Perusquía.

       Hacia 1863, Paz tuvo un novio que era amigo de su hermano Juan, pero que murió muy joven, siendo militar en el Regimiento de Húsares, en la época del Segundo Imperio Mexicano. En agosto de 1864, cuando Maximiliano visitó San Juan del Río, Manuel Domínguez Quintanar, que era el Prefecto de la ciudad, organizó un baile de recepción. Paz Domínguez bailó con el Emperador una pieza y conservó el guante de la mano izquierda toda su vida como recuerdo de ese encuentro.

       Más adelante Paz conoció a Cándido Madaleno Gasteasoro (1834-1901), un vasco cuatro años mayor que ella, soltero y propietario de la Hacienda de La Laja, en Tequisquiapan, poblado situado a unos 20 km de San Juan del Río.

3. Matrimonio con Cándido Madaleno

       Como varios de los Domínguez Quintanar vivían en la Ciudad de México (al menos Manuel y Mercedes), Cándido y Paz decidieron casarse allí el 24 de junio de 1870. Sin embargo, teniendo en cuenta la necesidad de Cándido de estar cerca de La Laja, tomaron la determinación de instalarse en San Juan. Durante trece años vivirían en la casa de Don Esteban n° 6, probablemente propiedad de los padres de Paz.

       En esa casa —que aún se conservaba en relativo buen estado en 1999, y en la que ahora hay unas oficinas del Gobierno del Estado— nacieron las seis hijas del matrimonio: María (1871), Paz (1873), Luz (1874), Carmen (1876), Conchita (1877) y Mercedes (1880) (ver descendencia).

4. En la Ciudad de México

       Hacia 1882, preocupados por que sus hijas recibiesen una buena educación, Cándido y Paz decidieron trasladarse a la Ciudad de México. Parece ser que al principio vivieron en la calle de mesones, pero muy pronto se cambiaron al que sería su domicilio definitivo, en el n° 14 de la Segunda Calle de la Aduana Vieja, hoy Sexta Calle de Cinco de Febrero, a unas cuantas cuadras del Zócalo.

       Las seis hijas estudiaron en el Colegio Europeo de las Damas del Sagrado Corazón. Cándido y Paz educaron a sus hijas en una sólida vida cristiana. Asistían a Misa todos los domingos e incluso muchos días entre semana. Solían ir a la Basílica de San Miguel, que quedaba cerca de su casa, o al Convento de Regina Coeli.

       En 1890 sus hijas regalaron a Cándido un ejemplar de la Ilustración Española en América. Ese año, Cándido hizo un viaje sólo a Bilbao. Desde ahí escribió varias cartas llenas de cariño a Paz y a sus seis hijas.

       La primera en casarse fue Luz, hacia 1896. Su esposo era Raimundo de la Mora, propietario de una Hacienda muy cercana a La Laja.

       Paz tenía mala salud. Se decía en la familia que había tenido siete pulmonías. Al parecer murió en la última. Era una mujer muy buena y dedicada a su marido y sus hijas. Conservamos un recordatorio de su fallecimiento el 27 de febrero de 1898. Sus restos reposan, junto con los de su esposo Cándido, en el Panteón Español de la Ciudad de México. Esta es su Acta de defunción:

"332 = Trescientos treinta y dos. Domínguez Paz. En la Ciudad de México, a las 8 y media de la mañana del día 28 de febrero de 1898, ante mi Enrique Valle Juez del Estado Civil compció el ciudadano Arturo Bonnet de México, casado, empleado, vive en la Calle de la Mariscala número 3 y dijo que ayer a las 10 y 35 minutos de la mañana en la Segunda Calle de la Aduana Vieja número 14, altos, falleció de Neumonía infecciosa doble la Señora Paz Domínguez de San Juan del Río, Querétaro, de Nacionalidad Española, de 59 años, casada con Cándido Madaleno, de Bilbao Vizcaya, España, propietario, hija de los finados Juan Bautista Domínguez y de Ygnacia Quintanar. Se dio boleta para el Panteón Español. Son testigos Cresencio Jiménez y Francisco Cabrera de las generales y domicilio del compnte. Leída esta acta la ratificaron y firmaron = E. Valle. = A. Bonnet. = C. Jiménez. = Fco. Cabrera. Y para los usos legales expido la presente copia en México a 1° de marzo de 1898".

       Unos días después de su fallecimiento, una sobrina suya, María Argain Domínguez —hija de su hermana Refugio— escribía a su prima Paz Madaleno Domínguez unas palabras de consuelo: "ya considero como estarán todas acabando nosotras de pasar ese terrible trance (había muerto su padre) comprendo lo mucho que habrán sufrido, pero recuerda siempre para que te consuele, que mi tía era una persona como hay pocas, verdaderamente virtuosa, fue modelo de esposas y Madre cariñosa y tierna, y con todos tan amable y tan buena que puedes estar segura está gozando de Dios" (Carta desde Querétaro, 6 de marzo de 1898).

       En su testamento, Paz declara que, cuando se casó con Cándido, ella aportó 5 o 6 mil pesos, y él 35 mil. El 20 de julio de 1898, por medio de una escritura de adjudicación a favor de herencia a Cándido Madaleno, el Lic. Manuel Monterrubio y Poza (Notario Público. Donceles n° 29) declara que la sociedad legal, en bienes raíces, poseía 170,414.06 pesos (30,270.70 de la casa de la Aduana Vieja, y 140,143.36 de La Laja y Urechu). También se menciona que se adeudaban 36,761.89 pesos a Víctor Madaleno, 5,505.08 a Sinforiano Llano, 1,764 a don José Sordo, y 41.66 a doña Trinidad Madaleno, vecina de Bilbao. Estos adeudos "provienen, casi en su totalidad, de suplementos hechos a la casa durante los tres últimos años que fueron perdidos para la Agricultura" , lo que indica que, de 1895 a 1898, La Laja había pasado por un período de vacas flacas.


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