Nacimiento de la Literatura Cristiana
1. Tradición oral y formas preliterarias
La transmisión oral de historias, mitos y sabidurías crecieron en el humus de los cuatro ámbitos vitales más importantes de las comunidades primeras (mixtas, compuestas de cristianos judíos y gentiles):
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En la cotidianidad: exhortaciones, instrucciones (parénesis): dos caminos, catálogos de virtudes y vicios;
- En la liturgia: oraciones, cantos, aclamaciones (Amen, Aleluya, Hosanna…);
- En la catequesis, especialmente previa al bautismo (Símbolos);
- En la predicación misionera kerigmática.
Una categoría literaria específica es la tradición oral de dichos y hechos de Jesús, que será recogida en la redacción de los cuatro evangelios (los Agrapha, que a veces se escribieron mucho después de los evangelios y que son de diverso tipo: auténticos, falsos).
2. Los géneros literarios de la literatura apostólica
Debido
a necesidades prácticas, surgió a partir del año
51, en Corinto, el primer género de la literatura cristiana,
que son las Cartas, a veces con carácter literario (públicas,
con la conciencia de que debían de servir para leerse en las
comunidades) otras no (cartas privadas, como la de Filemón).
A partir del año 70 surge el segundo tipo de literatura cristiana:
los evangelios (Marcos: 70; Lucas: 80; Mateo: 90-95; Juan: 100). Objetivo:
exposición teológica y catequética de la fe (no
historizador).
Los Hechos de los Apóstoles de Lucas crea un tercer tipo de género
literario del Nuevo Testamento. Es un relato histórico.
El cuarto género son las Apocalipsis. Son revelaciones proféticas
del tiempo final.
