CAPÍTULO I: EL CRISTIANISMO EN VÍSPERAS DE LA GRAN PERSECUCIÓN

Desde la persecución de Valeriano (257-260) el cristianismo era reconocido de hecho, aunque no legalmente. La Iglesia tenia cementerios e iglesias. Por eso el decreto del 23 de febrero de 303 fue inesperado y suscitó asombro e indignación.

1. La reducida paz de la Iglesia

Abgar IX (179-216), rey de Edesa u Osroene (al otro lado del Eufrates), había sido el primer soberano convertido al cristianismo.

A partir del 224 el país de Mesopotamia partenecerá al imperio sasánida y sus soberannos impondrán por la violencia la religión mazdeísta o de Zoroastro.

Por lo tanto, geográficamente, hacia el año 300 el cristianismo es sobre todo un fenómeno mediterráneo.

Por ejemplo: al concilio de Arles (314) asisten tres obispos de la Gran Bretaña. Hay 16 iglesias galas (12 obispos y 4 presbíteros) pertenecientes al sudeste (Provenza).

En el de Elvira (306) asisten 33 representantes de diócesis: 19 obispos y 14 presbíteros, localizada fundamentalmente en la Andalucía actual.

Hacia el año 250 había 60 obispos italianos en torno a Cornelio. En África, 87 obispos en torno a Cipriano.

Principal desarrollo: desde la Cirenáica a los Balcanes (lengua griega).

Ciudades de gran desarrollo: Alejandría y Antioquía.

Zona más poblada, más prospera y de mayor densidad cristiana del Imperio: Asía (zona costera del Asia Menor).

El cristianismo había penetrado ya en 270 entre las clases altas de gobernadores, magistrados, chambelanes y hasta en la misma familia del Emperador (la mujer y la hija de Diocelciano, Prisca y Valeria, tenían simpatías por el cristianismo).

En el Concilio de Elvira se hace necesario imponer años de penitencia a los pecadores (adulterio, aborto, prestar vestidos a paganas, subir al Capitolio a ofrecer incienso a los dioses paganos). Los cristianos se mezclaban en las actividades de los paganos. Había crecido la relajación del cristianismo primitivo (especialmente era notorio el caso de los magistrados que hacían verdaderos malabarismos para no ejercer las funciones sagradas a las que se veían compelidos).

2. El Bajo Imperio: Estado totalitario y nueva religiosidad

Crisis del Imperio de 235-285: presión sasánida, bárbaros, anarquía, guerra civil, crisis económica, inestabilidad.

Diocleciano se propuso salvar el Imperio y lo consiguió. Se forma un Estado totalitario, una burocracia abundante y controladora, fiscalismo exigente, economía estrictamente reglamentada. Es un Estado policía: cárcel, tortura, muerte. Se exalta el carácter carismático del Jefe.

A finales del siglo III el mundo antiguo encuentra un nuevo sentido de la sagrado. Se aviva la religiosidad después del período de cierta incredulidad del helenismo. Esta religiosidad es "nueva", supera la religiosidad primera con raíces indoeuropeas.

La nueva religiosidad exalta al Dios Absoluto, personal. En la Antigüedad, lo religioso se refería a "lo divino" de una manera más vaga e impersonal. Cfr. contribución de las religiones orientales, judaísmo y cristianismo.

Mitra, el dios iranio era muy popular entre los militares. En Roma, por ejemplo, hay varios "mitreos" que eran os lugares donde se daba culto a Mitra.

El emperador es ahora considerado como un dios trascendente, por lo tanto mucho más elevado que el dios del que eran representantes los emperadores del siglo II en la época del helenismo. Este dios era más parecido a los hombres, que el emperador-dios del siglo IV.
Incluso los emperadores cristianos del siglo IV tenían un poder mayor y no menos sagrado, que los emperadores de la Roma pagana.

Los emperadores paganos del siglo IV son investidos de su autoridad por el Dios supremo, el Altísimo, Jupiter Exuperantissimus. Son dii geniti y llevan sobrenombres divinos: Jovius, Herculius.

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