Tema 4. Organización y vida de la Iglesia primitiva

Durante los primeros siglos el cristianismo se asienta en multitud de iglesias locales con una estructura común a todas. Hay un obispo o un colegio de presbíteros a la cabeza. Los cristianos viven unidos en la oración, la fracción del pan y la escucha de la palabra de Dios que predican con autoridad los sucesores de los Apóstoles.

a) Las Iglesias locales en la edad apostólica

- Organización eclesiástica (Chacón)
Se organiza como religión de ciudad. Cada ciudad es presidida por un obispo. En las zonas rurales: los "coriepiscopi". Hay obispados, exarcados, primacías y patriarcado ordenados jerárquicamente

b) La generalización del monoepiscopado

- Estructura Jerárquica en el siglo I (Bihlmeyer)
Apóstoles: se dedicaban a la evangelización misionera, al culto, a la oración y a la dirección de la Iglesia. Además de los 12 apóstoles había otros también llamados así (Bernabé, etc.), llamados también evangelistas (estos fueron desapareciendo con el tiempo).
Profetas y doctores con dones carismáticos (tuvieron gran importancia al principio, se dedicaban a la edificación e instrucción de los fieles; fueron desapareciendo también).
La organización jerárquica (obispos, presbíteros y diáconos), presente desde la época apostólica, fue imponiendose poco a poco. Clemente habla ya de episcopoi y diaconoi, y de clérigos y laicos. Ignacio habla de la "Iglesia Universal". En cuanto a los presbíteros, al principio formaban parte del collegium de presbiteroi o episcopoi (eran nombres equivalentes en la época apostólica) derivado del colegio de la sinagoga. Dirigían las Iglesias hasta aproximadamente el año 150 en el que se impone el régimen monarquico en toda la Iglesia. Del año 60 al 100 hay trazas evidentes del progreso del episcopado monárquico (Tito y Timoteo, 7 "angeles" de las Iglesias de Asia, Santiago en Jerusalen, listas de obispos que se remontan a los apóstoles -origen apostólico del episcopado- de Hegesipo e Ireneo).

- Estructura Jerárquica en los siglos II y III (Bihlmeyer)
Las herejías y cismas contribuyen a reforzar el episcopado monárquico, que ya existía desde la época apostólica. Los presbíteros tenían una actividad más bien honorífica, por eso no recibían una retribución, como el obispo y los diáconos (asistentes del obispo y con gran influencia en la Iglesia, dedicados a la mesa, limosnas, misión, culto -Eucaristía, Bautismo- y pastoral), según refiere la
Didascalia respecto a la Iglesia del siglo III.
Aparecen las órdenes menores (subdiáconos, lectores, acólitos, exorcistas, hostiarios; cfr. carta del papa Cornelio) porque se mantrenía el mismo número de 7 diáconos. También aparecen otros oficios: doctores (didascaloi: catequistas que podían ser laicos), diaconisas (p. ej., Febe) y viudas (dedicadas sobre todo a la oración).

c) El primado romano: reconocimiento de su potestad y ejercicio de la primacía

- El primado de Pedro (Bihlmeyer)
Su fundamento está en la voluntad expresa de Jesucristo. A continuación se mencionan datos muy antiguos que dan testimonio de su existencia:
· los herejes buscan avalar sus doctrinas con la doctrina de la Iglesia romana;
· los papas de los primeros tres siglos actúan con autoridad: Clemente (96) pacificando Corintio, Víctor (190) en las controversias de la Pascua, Esteban (256) prohibiendo la repetición del bautismo en Cartago, Dionisio (260) alertando al obispo de Alejandría respecto a una falsa doctrina del Logos;
· la autoridad de los papas en los Sínodos romanos desde finales del siglo II;
· Ignacio (110): la Iglesia de los romanos "que preside en la caridad";
· Abercio (obispo de Gerápolis en Frigia, 180-200) alabando a la Iglesia romana (epitafio);
· Cipriano (257): "ecclesia principalis unde unitas sacerdotalis exhorta est".

- El primado de Pedro (Chacón)
Está en el origen mismo de la Iglesia. Jesús lo confiere. S. Ireneo dá la lista de los obispos de Roma de Pedro a Eleuterio (todos los historiadores admiten su autenticidad).
Lo externo que rodea al prinmado es accidental.
Clemente Romano (4o. papa) (96) exhorta con autoridad a la paz, a los de Corinto. Víctor I excomulga en 190 a los obispos orientales por cuestiones referentes a la fecha de la Pascua. Esteban I (256) prohibe la repetición del bautismo recibido de manos de herejes. S. Ignacio de Antioquía se refiere a la iglesia de Roma como "la que preside en la caridad". S. Ireneo dice que tiene "potentiorem principalitatem" sobre las demás, y que, quien pretenda no a partarse de la fe apostólica, es necesario que concuerde con la Iglesia romana. No ha habido otra Iglesia que haya reclamado para sí la primacía. El Primado de la iglesia de Roma no se debe a que Roma fuera la capital del imperio, sino a que el obispo de Roma es sucesor de S. Pedro, a quien Cristo dió el Primado.
Al principio, el obispo de Roma era elegido por los sacerdotes y el pueblo. Más adelante, esos presbíteros serán los "cardenales-sacerdotes", co-electores (Wohl).

d) Estructuras de las iglesias cristianas: el clero y el pueblo

- La Jerarquía primitiva (Fliché)
Jesucristo instituye el Colegio apostólico con Pedro a la cabeza y les da poderes de enseñar, santificar y gobernar. A partir de Pentecostés, también aparece claro en los Hechos de los Apóstoles la situación privilegiada de los Doce y de Pedro en especial.
La Iglesia fundada por Cristo es al mismo tiempo espiritual (en ella actúa el Espíritu Santo) y jerárquica.
Los Apóstoles instituyen el ministerio del diaconado para quedar libre del servicio de la mesa, que se le hacía muy pesado.
Al principio los fieles depositaban sus bienes a los pies de los Apóstoles. Más tarde, cuando Pablo lleva la colecta de la Iglesia de Antioquía, la entrega a los presbíteros de Jerusalen. El mismo Pablo instituye presbíteros en las iglesias de Licaonia y Pisidia a su regreso del primer viaje. En el año 57 vueleve a entregar la colecta de las iglesias de Corinto y Asia a los presbíteros que están en torno a Santiago. En el camino habla con los presbíteros de Efeso que le salen a su encuentro en Mileto.
El presbiterado es un ministerio administrativo pero también espiritual. Ejercen funciones litúrgicas y de administración de sacramentos (Iac 5,14: unción de enfermos).
En este momento se confunden los términos "presbiteroi" y "oepiscopoi", y, de hecho, también se identifican en la realidad. Lo más probable es que todos estos presbíteros fueran sólo sacerdotes. San Pablo era el único obispo de la inmensa diócesis ganada para Cristo. Más adelante Pablo designa delegados suyos o sustitutos, que son los primeros obispos: Tito, Timoteo,... Juan hace otro tanto en las iglesias de Asia. De todo esto es testigo San Clemente I (el hecho de la sucesión apostólica) que lo menciona Clemente I en su carta a los de Corinto, escrita el 96.
Son elegidos por los Apóstoles, nunca por el pueblo.

- Clero y laicado (Chacón)
En cada iglesia local había dos grupos: clero y laicado. El clero estaba formado por el obispo (epi / scopos = supervisor; cfr. Wohl), los presbíteros -elegidos por el pueblo fiel y ordenados por el obispo- y los diáconos. El gobierno era monárquico, no democrático (Ej. S. Ignacio de Antioquía: hace cabeza el obispo; S. Clemente: el episcopado ha sido fundado por los apóstoles y es perpetuo).
Cada apóstol fundaba una comunidad y ordenaba presbíteros de los que salía el sucesor (Ej. Timoteo, Tito, etc...). Ej: los "Angeles" del Apocalipsis son obispos. Hegesipo llama a Santiago obispo de Jerusalen. S. Ireneo elabora listas de obispos de las diferentes ciudades, que se remontan a los Apóstoles.
En cuanto a los díaconos: cfr. Act 6, 1-6.
También se instituyeron órdenes menores en esta época. En la carta de Cornelio, papa, a Fabio de Antioquía (250) se menciona al clero completo, desde el Papa hasta los ostiarios (46 presbíteros, 7 diáconos, 7 subdiáconos, 42 acólitos, 52 exorcitas, lectores, ostiarios, etc.), Cfr. Orlandis.

- Circunscripciones episcopales y organización metropolitana (Bihlmeyer)
En las ciudades, las comunidades cristianas, al frente de las cuales estaba un "episcopoi" eran llamadas "paroikiai" (comunidad de forasteros).
En Roma, hacia el año 300, había de 16 a 20 iglesias "titulares" ("titulus": placa que indicaba el nombre del propietario de la casa al que después sustituyó el nombre de algún martir).
Los obispos del campo o "corepiscopoi" aparecen en Siria hacia el siglo III y dependen de la Iglesia Madre.
Las "parroquias", al frente de las cuales estaba un obispo, de cada ciudad se reunen en una provincia eclesiástica (coincidente con la circunscripción civil del mismo nombre). Al frente de la provincia está el metropolitano. Esto sucede en Oriente hacia el siglo III y en Occidente en el IV.
Desde el siglo II se reúnen en sínodos provinciales (antecedente: el coinon o conventus civil). Los primeros conocidos son los de Asia Menor con motivo de la herejía montanista. Se repetían anualmente.
Había sedes episcopales más importantes (Metropolitanos superiores) como Efeso, Eraclea (Frigia), las dos Cesareas y Cartago. El Concilio de Nicea ya menciona sedes suprametropolitanas: Roma, Antioquía y Alejandría, antecedentes de las sedes patriarcales.

- Circunscripciones episcopales y organización metropolitana (Chacón)
En cada iglesia había un obispo, y varias parroquias, los fieles de las cuales se reunian en casas privadas (tituli, en Roma). La primera distribución que se conoce es la del Papa Fabián (236-250): había 7 distritos en Roma al frente de cada cual estaba un diácono.
En el s. III aparecen las iglesias rurales con un presbítero que depende del obispo. Los ámbitos diocesanos comprendían una ciudad con los territorios de alrrededor.
El metropolita era el obispo de la capital de la provincia romana (96 provincias), con la que coincidía la provincia eclesiástica (convocaba reuniones, sínodos, etc.). En 325 (Nicea) se crean 3 patriarcados: Roma, Alejandría, Antioquía)

e) Origen de los oficios eclesiásticos: diaconado, presbiterado y episcopado

- Elección y formación del clero (Bihlmeyer)
Los obispos eran elegidos (suffragium) por la comunidad, aceptados (consensus, iudicium) por los obispos de la provincia, y consagrados (consacratio) por tres de esos obispos, habiendo sido confirmados por el metroplolita (cfr. Cipriano, Hipólito, Sínodo de Arles, Conc. de Nicea...). Los obispos elegían a los presbíteros y diáconos, habiendo consultado a la comunidad).
Las escuelas catequéticas, que aparecen a fines del siglo II, ayudan también a la formación de los candidatos al clero. Se sostienen con las oblaciones, décimas y primicias que van formando un patrimonio eclesiástico dedicado también a la construcción de cementerios e iglesias.
En las Iglesias más pequeñas, cuando el obispo y los presbíteros no podían sostenerse con los bienes eclesiásticos, trabajaban manualmente o incluso se dedicaban a otras profesiones como el comercio.
Desde la época apostólica habitualmente se seguía la norma de permanecer céliber los presbíteros que no habían contraido matrimonio antes de la ordenación. Esto se fue generalizando cada vez más, para seguir el ejemplo del Señor y el consejo de San Pablo. Incluso se llegó a generalizar también, en el siglo IV y en occidente, no admitir al presbiterado a las personas casadas. En el Concilio de Elvira (306) se prohibió el matrimonio a todos los eclesiásticos a partir de los diáconos. Los impedimentos principales eran, desde el principio, la digamia, el ser neófito (recién bautizado), el haberse sometido a la penitencia eclesiástica, el haber recibido el baptismo clinicorum (para los enfermos) y el estar mutilado. La edad para recibir el episcopado era 50 años y 30 para el presbiterado.

f) Carismáticos y confesores de la fe

-Los carismas espirituales (Danielou, cap. 6)
El Diálogo con Trifón indica una persistencia de los carismas en la comunidad de mediados del siglo II.
El más importante era el de la profecía. El Espíritu Santo pone en la boca del profeta las palabras que Dios quiere. Pueden hacer penitencia sólo una vez. En principio, se pueden perdonar todos los pecados (en El Pastor se dice que los apóstatas no tienen perdón). Para recibir el perdón es necesaria la metanoia y la expiación.

g) Viudas, vírgenes y ascetas

-Virginidad y matrimonio (Danielou, cap. 6)
Las influencias de los judeo-cristianos de Palestina en Egipto, Edesa, Rom, etc. fue grande. Se notó de una manera particular en una serie de tendencias que surgieron, incluso en el seno de la Iglesia, sobre la superioridad de la virginidad al matrimonio, pero de una manera exagerada, hasta tal punto de llegar (en las sectas heterodoxas: judaizantes, montanistas, marcionitas, Taciano) a condenar la entera creación.
Aunque estas tendencias fueron condenadas en la segunda parte del siglo II, persistieron en algunos círculos de vírgenes y ascetas.
Toda la Iglesia estima grandemente la virginidad. En cambio, a veces, el matrimonio se considera como «la hierba amarga del Paraíso» y como relacionado con la mortalidad.
Se llegaba a dar el matrimonio entre un asceta y una virgen, sin ningún trato carnal. Era la imagen del matrimonio entre Cristo y la Iglesia. Este tipo de matrimonio persistirá entre los gnósticos.
Parece ser que estas tendencias tienen una raíz esenia (no era del judaísmo oficial). Se ve claramente la influencia esenia en Egipto, Edesa y en los escritos de Hermas. Los eseniso identificaban al espíritu maligno con el instinto sexual. De ahí los baños de purificación entre los esenios, ebionitas y elcesaítas.
Poco a poco la posición radical será patrimonio de las sectas heréticas. Clementa de Alejandría en los Stromata explicará la doctrina tradicional del matrimonio cristiano.

h) Difusión geográfica del cristianismo

- Extensión del cristianismo (Aceprensa, 173/96)
Rodney Stark, profesor de sociología de las religiones en la Universidad de Washington, ha aplicado a la primera cristiandad los métodos de análisis utilizados hoy para explicar los nuevos movimientos religiosos. Dice que el cristianismo se extendió tan rápidamente por la fuerza de su doctrina:
· su mensaje de amor y misericordia que impulsaba al perdón, a la atención de los enfermos (durante las muchas epidemias que hubo en esos siglos los cristianos pudieron superarlas por su sentido de solidaridad);
· las mujeres eran las primeras que se convertían, por la valoración que hace el cristianismo de ellas;
· hubo muchos judíos que se convirtieron al cristianismo, sobre todo fuera de palestina;
· el cristianismo se propagó mucho entre las clases sociales más privilegiadas económicamente;
· no hubo tantos mártires como se afirma; pudieron ser unos mil, sobre todo entre los de mejor posición social; el Estado no perseguía tanto a los más pobres.

- Expansión geográfica (Chacón)
En el Imperio Romano
-En el Siglo I
Desde los tiempos apostólicos recibieron la luz del Evangelio: Roma, Italia meridional, el litoral ilírico, las costas de Provenza y de España, Cireenaica, Africa procunsular (Cartago), a través de los elementos orientales de Marsella, Cartago, Pozuolli, etc.
Jerusalén, Antioquía (Siria) y Asia proconsular fueron regiones en donde más se propagó el cristianismo en la segunda mitad del siglo I. Además: Pisidia (Antioquía, Iconio, Listra, Derbe), Galacia (Ancira), Frigia (Colosas), Bitinia (Heraclea, Nicomedia, Calcedonia...), Ponto (Sínope).
Otras regiones evangelizadas en el siglo I: Chipre, Macedonia (Filipos, Tesalónica), Acaya (Corinto, Cencres), Creta (Tito fue obispo).
Muy probablemente Egipto recibió el cristianismo durante el siglo I (Alejandría, fundada por San Marcos probablemente).
-En el Siglo II
A principios del siglo II: Tracia, Tesalia, Lacedemonia, Bizancio.
La iglesia de la Galia y de Africa. Los mártires de Lyon (177: con Potino, asiático, discípulo de S. Policarpo).
En España faltan monumentos que constaten la propagación del cristianismo desde los primeros siglos. En el concilio de Elvira quien preside es el obispo de Acci (Guadix). Existe la leyenda de que S. Pedro envió 7 obispos a España.
Fuera del Imperio
Desde el principio es muy probable la difusión entre: partos, medios, elamitas y habitantes de Mesopotamia. El reino de los partos será conquistado a principio del siglo III por los persas.
En el estado independiente de Edesa (Osroene) se difunde rápidamente el Evangelio, y desde ahí a la iglesia de Arbela, detrás del Tigris.
Expansión del cristianismo al final de las persecuciones (Eunsa)
Antes del año 300 en Roma había millares de cristianos; en Italia, un centenar de comunidades (más en el sur). En Cartago la mayoría de la población romanizada era cristiana (no así la población púnica y bereber del interior); con un centenar de comunicades con obispo propio. En el siglo III hay cristianos en Treveris, Colonia y Maguncia. En el siglo III hay martires en Britania (cfr. EUNSA, II++, 485).
Hacia el año 300, el 10% de la población del Imperio era cristiana. El 50% lo era en: norte de Africa (zona alrededor de Cartago), la península de Anatolia, Armenia, Chipre, Creta, Valle del Nilo. Del 20 al 30% lo era en" Bética, Tarraconense, Aquitania, Valles del Ródano y Saona, centro y sur de Italia, costa oriental griega, Tracia (cfr. EUNSA, II++, 490-91).

-Centros crisitanos fuera de Jerusalén (Danielou, cap. 2)
En Palestina se desarrolló muy poco el cristianismo en los primeros 15 años: Samaria (simonianos), Galilea (celotas), Transjordania (ebionitas). El gran foco de expansión del cristianismo durante los 15 primeros años fue Siria. Antioquía fue el primer centro cristiano después de Jerusalén. Pero además de Antioquía (helenismo occidental) había dos ciudades orientales en las que se desarrolló mucho el cristianismo: Damasco (Fenicia) y Edesa (Osroene).
En Damasco ya hay una comunidad cristiana el año de la conversión de Pablo (38). Llegaron de Jerusalén el año 37, los helenistas expulsados en la persecución de Esteban. Eran judíos («los hombres del camino»). Ananías era un judío, hombre piadoso según la Ley. Pablo persigue a los cristianos de Damasco en cuanto que son helenistas. Es probable que fuesen sadocitas convertidos que habitaban en el «país de Damasco» (por ejemplo Kokba, dónde al parecer se retiró Pablo). Así se explican los rasgos sadocitas que presenta su pensamiento.
En Antioquía, los helenistas expulsados de Jerusalén se dirigen también a los griegos y paganos, que se convirtieron en gran número. Es, por tanto, el primer centro de una gran comunidad de cristianos procedentes del paganismo, aunque también existía una comunidad judeo-cristiana. Ambas comunidades se hallaban separadas.
Suetonio menciona a los cristianos bajo el reinado de Claudio (41-54) y también lo hace Lucas en los Hechos en esa misma época. La palabra tiene una connotación política: los «seguidores de Chrestos».
Desde Antioquía se realiza la evangelización de Asia. El Evangelio de Mateo procede de la catequesis antioquena (intensas relaciones entre las comunidades judía y pagana). Lo mismo sucede con la Didajé (eco de la liturgia antioquena primitiva).
Otras regiones evangelizadas en esa época: Chipre (37), Cilicia, Antioquía de Pisidia.

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