3. Ordenación sacerdotal en Hipona
XXXXXEra muy frecuente que, si algún intelectual cristiano visitaba una comunidad sin obispo, el pueblo lo aclamara obispo ahí mismo. Por eso Agustín evitaba las ciudades con sede vacante. Por esta razón, iba tranquilo cuando en enero de 390 se desplazó a Hippo Regius para fundar una comunidad monástica, porque tenía un obispo griego, Valerio, que estaba en funciones. Sin embargo, en una ceremonia, el obispo manifestó al pueblo la conveniencia de tener un sacerdote que le ayudara. Entonces todos eligieron per acclamationem a Agustín, que lloraba por los peligros del ministerio. La gente entendió que lloraba porque era poco para él ser presbítero, y lo animaban diciéndole que siendo sacerdote podría llegar a ser obispo. XXXXXAgustín insistió a Valerio que le permitiera fundar su comunidad en Hipona y el obispo le donó un terreno junto a la catedral. En ese monasterio Agustín se instaló y, viendo —según su biógrafo, Posidio— que el obispo era griego y tenía dificultades para predicar, se dedició a aceptar ser ordenado sacerdote (preparándose previamente con la lectura de la Biblia, pues sentía que no tenía una adecuada preparación teológica), lo cual tuvo lugar entre fines de 390 y principios de 391, porque el 15 de marzo de 391 predicó su primer sermón en Hipona. Esto era algo excepcional, pues el ministerio de la predicación estaba reservado al obispo. Observando los buenos resultados de la experiencia, otros obispos de África se decidieron a confiar este ministerio a sus sacerdotes.
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