VIII. LOS ÓRGANOS DE LA AUTORIDAD

1. Oriente y Occidente

· Aunque el Imperio Romano era uno, no dejaron de existir las diferencias entre el helenismo oriental y la latinidad occidental. Diocleciano consagró esta división en el Bajo imperio, con la instauración de la Tetrarquía.
· A partir del año 385 sólo en breves períodos, bajo Constantino y Teodosio, estuvo unido el Imperio.
· Cuando llegaron las invasiones de los bárbaros a mediados del siglo V, las dos partes del Imperio quedaron disociadas definitivamente. Caído el Imperio de Occidente, el de Oriente permaneció mil años más.
· Constantinopla, la "Nueva Roma", fue erigida por Constantino y se constituyó en la capital del Imperio de Occidente.

2. Cristianismo latino y cristianismo oriental

· Entre Oriente y Occidente existían diferencias temperamentales: prácticos y amantes del derecho en Occidente, y especulativos en Oriente.
· Pero, además, cada vez se pronunciaba más la diferencia lingüística.
· Las Prefecturas occidentales (Galias e Italia) fueron la base de la iglesia latina y la Prefectura Oriental, la de la iglesia griega. El Ilírico, fue motivo de continuas desavenencias entre Occidente y Oriente.
· Estas diferencias ocasionaban falta de comunicación entre las dos mitades del Imperio, que se fueron acentuando cada vez más, hasta llegar a la separación total con el Cisma de Oriente en el siglo XI.

3. Obispos y diócesis

· En el siglo IV surgen las diócesis. Antes los obispos gobernaban la comunidad local. Desde el siglo IV eran responsables sobre un territorio bien definido.
· Cada obispo debía permanecer fiel a su esposa (la diócesis para la que fue consagrado) y los Concilio de Nicea (325) y Sárdica (343-344) prohibieron los traslados. Esta disciplina se mitigó en el siglo V con ocasión de las invasiones barbáricas.
· La designación de obispos estuvo a cargo del clero y, especialmente de los obispos de la provincia. No era rara la intervención de los señores laicos.

4. El obispo y la sociedad

· Los obispos, ante las circunstancias calamitosas de la época, tuvieron que desarrollar una función de suplencia de las autoridades civiles.
· Ejercían una protección de los débiles.
· Muchos obispos organizaban la defensa de las ciudades en las invasiones barbáricas. Tenemos el ejemplo de San Agustín, que muere en Hipona (año 430) mientras los vándalos asolaban la ciudad.
· Fueron los jefes naturales de las poblaciones romanas.
· Muchos procedían de "familias senatoriales", como San Paulino de Nola (cónsul en su juventud) , Sidonio Apolinar (yerno del emperador Avito, senador y luego obispo de Clermont-Ferrand).

5. Las provincias eclesiásticas

· Desde la época de la República se introdujo el régimen provincial.
· En el siglo IV había más de cien provincias ( 17 en las Galias, 5 en Hispania).
· En la Iglesia, también se dividió el territorio en provincias que se correspondían con las provincias civiles: cada provincia o eparquía (en Oriente) tenía varias diócesis.
· El metropolitano (metrópolis = capital de la provincia) estaba a la cabeza de la provincia, concilios, tribunales y las elecciones episcopales.
· La organización provincial fue implantándose poco a poco desde el siglo IV al VI, en Egipto, Italia, las Galias, Hispania, etc.
· En el Concilio de Nicea se estableció que los sínodos provinciales se reuniesen dos veces al año.

6. Las grandes Sedes: los Patriarcados

· Sedes italianas importantes fueron Milán (Ambrosio), Aquileia y Rávena.
· En África: Cartago (Cipriano).
· En Hispania: Toledo.
· También se erigieron los Vicariatos apostólicos de Arles y Tesalónica, que gozaban de indudable preeminencia.
· Sin embargo, el Concilio de Nicea (325) reconoció la superioridad de las sedes apostólicas de Antioquía (Pedro), Alejandría (Marcos) y Jerusalén (Santiago).
· En el Concilio de Constantinopla (381) se acordó la primacía de la "Nueva Roma" por debajo de Roma.
· Ante la protesta de los legados pontificios, en el Concilio de Calcedonia (451), canon 28, se aprobaba la supremacía de Constantinopla en todo el Oriente. El papa León I rehusó aceptar el canon. Los obispos de Constantinopla tenían a gala que en su ciudad se conservaran las reliquias de San Andrés.

7. El Pontificado romano y el Occidente cristiano

· Cada vez fue mayor la efectividad del primado Romano, a partir del siglo IV.
· Hubo algunos Papas que se esforzaron en definir el fundamento dogmático del Primado, como San Dámaso, San León I, Gelasio, San Gregorio I. Su fundamento es escriturístico y no político, como querían los obispos de Constantinopla.
· Se reservó la expresión "Papa", Vicario de Cristo, Siervo de los siervos de Dios al obispo de Roma.
· Los Papas resolvían asuntos de otras diócesis por medio de Epístolas decretales y a través de los legados pontificios.
· Además, en el siglo V, se crearon los Vicariatos apostólicos de Arlés y Tesalónica.
· En el siglo V se llevó a cabo el renacimiento gelasiano, bajo los auspicios del reino de Teodorico y los ostrogodos.
· En el siglo VI se tuvo lugar la Guerra gótica seguida del dominio de Justiniano. Roma queda aislada de las iglesias visigótica y franca.
· Gracias a la intervención de León Magno, Roma se vio libre de la invasión de los hunos (año 452).
· El Papa también intervino en la defensa de Roma durante la invasión de Genserico (427).
· En el siglo VII aparecen los longobardos en la Italia central, y los Papas protegen a la población civil.

8. El Pontificado y la Iglesia de Oriente

· Las Diferencias entre Oriente y Occidente se iban acentuando.
· Había continuos recelos de los Patriarcas de Constantinopla.
· El Concilio de Sárdica (343-344) había sancionado el derecho de todo obispo de apelar a Roma.
· Por otro lado cada vez era mayor el encumbramiento del Patriarcado de Constantinopla.
· El Canon 28 de Calcedonia aprobaba el desconocimiento de la autoridad de los Papas romanos sobre las iglesias de Oriente.
· Un hecho triste fue, entre 471 y 479, el conflicto entre Acacio, Patriarca de Constantinopla, y Felix II de Roma. Cisma que se prolongó por más de 30 años, hasta el Libellus Hormisdas (514-523) que suscribieron los obispos bizantinos: se reconoce el Primado del Papa romano y se reconoce la sede de Constantinopla como la segunda.

9. Los concilios ecuménicos

· A partir del siglo IV se comienzan a reunir los concilios ecuménicos. Fueron ocho entre el siglo IV y el IX: Nicea I, Constantinopla I, Éfeso, Calcedonia, Constantinopla II, Constantinopla III, Nicea II y Constantinopla IV.
· El término "Ecumenicidad" se utiliza en virtud de su recepción por la Iglesia universal, manifestada, sobre todo, por la confirmación de los Papas, en virtud de su Primado.
· La convocación y promulgación estaba a cargo del Emperador (leyes del Imperio). Asistían legados papales.
· Siempre se tuvo una especial veneración por los cuatro primeros concilios.

10. El emperador cristiano

· A los emperadores de debió el nacimiento de un Derecho romano cristiano. Como contrapartida surgió el cesaropapismo bizantino.
· A veces los emperadores, guiados por la razón de Estado, dieron soluciones eclécticas a los problemas: semiarrianismo, monotelismo, etc.
· San Agustín distingue en su De Civitate Dei las esferas de la Iglesia y el Imperio. Son dos poderes distintos pero que confluyen al mismo fin: la salvación de las almas.
· Era necesaria la protección del Imperio para la Iglesia: esto explica porqué los Papas del siglo VIII la buscaron en los reyes francos.

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