III. LA IGLESIA Y EL IMPERIO ROMANO

1. "Dad al César lo que es del César"

· Este principio del Señor fue desarrollado por los Apóstoles Pedro y Pablo y explicado en sus cartas (1 Pe 2, 17; Rm 13, 1-2, etc.) los cristianos debían respeto y sumisión a la autoridad civil. Tenían que confiar en los gobernantes. Su poder venía de Dios. Pablo puso el ejemplo cuando se acogió al juicio del Cesar.
· La actitud de los cristianos fue sincera. Se guió por esta enseñanza apostólica.

2. Los precedentes de la persecución neroniana

· Si tal era el comportamiento de los cristianos, ¿porqué las persecuciones?
· La Roma imperial era tolerante a las nuevas religiones venidas de Oriente. La religión mosaica estaba admitida como culto lícito. Hasta el verano del año 64 se consideraba a los cristianos como una secta judía.
· En el año 50 Claudio expulsa a los judíos de Roma, según Suetonio, por causa de disturbios ocasionados por un cierto "Cresto". Los judíos gozaban del favor de Popea, esposa ya de Nerón en el año 61.

3. La opinión pública, hostil al cristianismo

· Después del incendio provocado por Nerón, por instigación de los judíos se culpa a los cristianos. Los mártires fueron innumerables en la persecución neroniana ("multituto ingens", según Tácito). Los tormentos fueron variados (cruz, fieras, antorchas vivientes). Pedro muere en esta persecución.
· Este hecho condicionó gravemente y para varios siglos el futuro del cristianismo. Tacito, a principios del siglo II, llama al cristianismo "superstición detestable" y dice que los cristianos eran "enemigos del género humano".
· La inquina contra los cristianos fue grande. Se les acusaba de infanticidio, antropofagia y desórdenes morales. Se decía que adoraban a un crucificado con cabeza de asno (grafito del Palatino). Los perseguían tanto las autoridades públicas como el populacho. Se les adjudicaban todos los males (cfr. Tertuliano).

4. El cristianismo, "superstición ilícita"

· No parece que Nerón haya promulgado especiales leyes persecutorias contra los cristianos ("Institutum neronianum"). Más bien, da la impresión de que se aplicaban las viejas leyes romanas que unían las manifestaciones religiosas a las civiles. Las nuevas religiones no tenían inconveniente en aceptar esto. El cristianismo no podía tomar parte en esas manifestaciones que suponían, de alguna manera, adorar al emperador. Esto situación fue haciéndose más difícil de llevar por los cristianos, a medida que avanza la historia. Por eso se calificaba a los cristianos de "ateos" y al cristianismo de "superstición detestable" (Tácito"), "nueva y peligrosa" (Suetonio), "peligrosa y extravagante" (Plinio el Joven).
· Las persecuciones no fueron continuas ni generalizadas hasta mediados del siglo III. En la segunda persecución (Domiciano, año 95) Juan fue desterrado a Patmos. Murieron mártires el cónsul Flavio Clemente, Domitila, su mujer y el cónsul Acilio Glabrio.

5. La doctrina trajánica sobre el cristianismo

· La conducta de la autoridad civil, respecto al cristianismo, durante el siglo II, se puede resumir en el rescripto que envía Trajano a Plinio el Joven, gobernador de Bitinia, en el año 111: no persecución de los cristianos, a menos de que se les denunciara abiertamente. Si no abjuraban del cristianismo debían morir. El "nomen christianus" era merecedor de la muerte. Durante el gobierno de Trajano muere mártir San Ignacio de Antioquía.
· Adriano (117-138) es más tolerante (cfr. rescripto a Minucio Fundano) y Marco Aurelio (161-180) vuelve a la interpretación hecha en tiempos de Trajano.
· Al final de la época de los Antoninos, el motivo de las persecuciones eran las peticiones tumultuarias del populacho (p. ej. en el caso del martirio de San Policarpo y de los mártires de Lyon). En el año 180 mueren los seis mártires Scilitanos en África.

6. Alternativas de persecución y de paz

· Durante la primera mitad del siglo III (época de los severos) la Iglesia tuvo paz con excepción de las persecuciones de Septimio Severo (a.202), que promulgó una ley por la que se prohibía la conversión al judaísmo y al cristianismo, que cambiaba el estatuto del siglo II. Hubo mártires en Alejandría y Cartago (Santas Felicidad y Perpetua). En 235 el emperador Maximino el Tracio, también persiguió a los cristianos.
· Alejandro Severo fue tolerante y su madre, Julia Mamea, mostró inclinación al cristianismo (relaciones con Orígenes y el presbítero Hipólito de Roma). Luego, Felipe el Árabe (244-249, que ya no era severo), parece haber sido criptocristiano.
· Después de la época de los severos viene la época de la "anarquía militar". Sobre Roma cae una fuerte crisis política, económica, de las instituciones, de seguridad interna y de amenaza de las fronteras por los bárbaros. Se busca una fuerte unidad interna para superarla. Se refuerza la fidelidad al emperador mediante las viejas manifestaciones cívico-religiosas. Se persigue a la Iglesia como opuesta a esta política. Comienzan las persecuciones generalizadas.

7. Las persecuciones de Decio y Valeriano

· Decio (año 250) promulgó un edicto de persecución a los cristianos que no quisiesen sacrificar a los dioses. Hubo muchos lapsi (sacrificati, thurificati, libelatici). También hubo muchos "confesores" que, después de la persecución daban "cartas de paz" a los lapsi. Basílides de Astorga y Marcial de Mérida fueron lapsi. Murió mártir el Papa San Fabián, Orígenes fue "confesor".
· En 253 comenzó una nueva persecución (Valeriano) en la que murieron muchos mártires: Fructuoso de Tarragona con sus diácones, Sixto II, San Lorenzo. En 257 se promulgó un edicto prohibiendo a los clérigos el culto cristiano bajo pena de muerte. En 258 el edicto se extendió a los senadores y equites romanos, dando un fuerte golpe a las cabezas de la Iglesia.
· En 259 muere Valeriano y le sucede su hijo Galieno, que fue tolerante y abrió un período de paz de 40 años.

8. La Tetrarquía inicia el Bajo Imperio

· Diocleciano (285-305) fue un gran emperador. Inaugura el período del Bajo Imperio o "Dominado" (de Dominus) que sucede el Alto Imperio o Principado (de princeps, o "ciudadadano principal). Reforma las estructuras del Imperio a ejemplo de los imperios orientales (p. ej. del Imperio sasánida, persa).
· Busca atajar la decadencia con una supervisión más estrecha (sistema de la tetrarquía o "Colegio Imperial") y un nuevo modo de sucesión de los emperadores (Augustos y Césares). Diocleciano (Galerio) se ocupó del Oriente y Maximiano (Constancio Cloro) de Occidente.

9. La gran persecución de Diocleciano

· Después de 18 años de paz, Diocleciano se decide por el ataque al cristianismo por diversos motivos (su creciente influjo en la sociedad, peligro de este influjo en las legiones, animadversión de Galerio al cristianismo, el oráculo favorable del Apolo de Mileto).
· Los cuatro edictos (de febrero de 303 a marzo de 304): 1) destrucción de lugares sagrados y libros; privación de los derechos civiles de los cristianos, 2) prisión a los clérigos, 3) muerte a los clérigos que no quisiesen sacrificar, 4) obligación para los laicos de sacrificar, bajo pena de muerte.
· La aplicación de los edictos fue desigual: muy dura la persecución en Oriente y casi no se sintió en las Galias y Britania (dónde gobernaba Constancio Cloro). Hubo pocos lapsi (traditores) y muchos mártires y confesores.
· Mártires: Santa Inés, Cosme y Damián, San Sebastián. En España (cantados por el poeta Aurelio Prudencio): el diácono Vicente, los 18 mártires de Zaragoza, y Santa Eulalia de Mérida.
· La Iglesia salió fortalecida de esta persecución que se prolongó algunos años más después de la abdicación de Diocleciano y Maximiano (año 305).

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