Las persecuciones en el siglo II
—Persecución de Trajano (98-117)
Trajano comienza a gobernar en el 98. Pone en vigor el en 99 la vieja ley que prohibía las asociaciones no autorizadas.
San Clemente, tercer sucersor de S. Pedro, es desterrado hacia el año 100. Unas actas griegas del siglo IV refieren su martirio en el Ponto.
Simeón "hermano del Señor" y sucesor de Santiago en el obispado de Jerusalén muere en el 107 (Hegesipo) crucificado.
San Ignacio de Antioquía muere triturado por los dientes de las fieras, probablemente en el Coloso, en el año 107, quizá con motivo de la victoria de Trajano en la Dacia.
De la carta de Plinio, que era legatus Augusti propaetore, a Trajano, y de su respuesta se deduce la gran expansión del cristianismo en Bitinia, y que hubo muchos mástires, y también apóstatas en la persecución.
Parece que también hubo persecución en Filipos (cfr. Carta de Policarpo a los filipenses).
—Las persecuciones bajo Adriano (117-138)
Un rescripto de Adriano a Minucio Fundano, proconsul de Asia, restringe un poco el rescripto de Trajano al desalentar las denuncias por el peligro de ser tachados de calumnia los delatores.
En el siglo II el populacho acusaba a los cristianos de: banquetes sagrados (Eucaristía), homicidios rituales (caracter sacrificial), comuniones de sangre (transustanciación del vino), orgías (ósculo de la paz), de adorar a un dios con cabeza de asno (entrada triunfal en Jerusalén?)...
Mártires en Italia: papa Telesforo (+136).
También sucedió bajo Adriano la persecución de Barkokeba (132).
—La persecución bajo Antonino Pío (138-161)
Hijo adoptrivo de Adriano, le sucede en 138 y es más indulgente con los cristianos.
Marciano Arístides fue el primero de los apologistas, en tiempo de Adriano, que florecen en esta época.
Policarpo murió martir en 155, bajo el proconsul Cuadrato, a consecuencia de una sublevaciuón popular (Cfr. Carta de la Iglesia de Esmirna a la Iglesia de Filomelio).
Además mueren: Marcos (obispo de Jerusalén), los papas Higinio y Pio I, y —según la segunda Apología de Justino— Tolomeo con Lucio (año 160).
—La persecución bajo Marco Aurelio (161-180)
Mantuvo la legisalación persecutoria, pero la agravó con su rigor de filósofo estóico que desdeñaba el cristianismo. Los desastres públicos (guerras, epidemias, terremostos) hicieron, además, que el pueblo echara la culpa de ellos a los cristianos.
Crescente,
denuncio a Justino ante Junio Rústico, prefecto Romano. Junto a
Justino murieron Evelpisto, esclavo de la casa del Cesar y una mujer:
Caridad.
Dionisio de Corinto, el 170 escribe a Sotero, papa, agradeciéndole
las ayudas para los cristianos condenados a las mias, y le cuenta el martirio
de Publio, obispo de Atenas.
Otros
mártires: Sagáridas obispo de Laodicea, Traseas, obispo
de Eumenia.
Los mártires de Lyon: su martirio (177) se relata en la carta de
la iglesia de Lyon a las iglesias de Asia, de Frigia y de Roma. Potino
(nonagenario) era el obispo, asiático, discípulo de San
Policarpo. Murieron unos 50: Póntico (de 15 años), Blandina
(esclava), Atalo (ciudadano romano), Alejandro (médico frigio),
Santo (diácono de Vienne), Materno (neófito), etc.
Entre 177 y 180 mueren Cecilia (de las gens Cecilia, murió ahogada en su baño y después degollada en su casa), Valeriano, Tiburcio y Máximo. Cecilia fue sepultada en un campo de la propiedad de la familia que luego se donó a la iglesia y se convirtió en el cementerio de Sanm Calixto que incluyó más trarde la cripta papal.
Celso, en época de Marco Aurelio, escribe despectivamente de tejedores, zapateros, lavanderas y otras gentes sin cultura, que introducían el cristianismo en casas y hogares privados. Es notoria la acción misionera vigorosa de los primeros cristianos.
-La persecución y la paz bajo Cómodo (180-192)
Es indiferente al cristianismo y por eso no lo persigue. Aunque pervertido, fue el primer emperador benévolo con los cristianos.
Todavía la violencia anterior alcanzó a los doce mártires de Escila (Numidia) que fueron entregados al proconsul Vigelio Saturnino en Cartago, en julio del 180. Son los mártires escilitanos, primicia de Africa.
Muchos murieron en Asia, hacia el 184, víctimas de un proconsul cruel: Arrio Antonino.
En Roma fue martir bajo Comodo el senador cristiano Apolonio, que hizo una apología de su fe delante del mismo senado.
Marcia, favorita de Cómodo, aunque no estaba bautizada, creía en Cristo. Víctor I (189-197) proporcionó la lista de confesores condenados en las minas de Cerdeña. Jacinto, que era presbítero, padre nutricio y amigo de Marcia, fue a liberarlos (entre ellos estaba el liberto Calixto, futuro papa). Proxenetes, cristiano llegó a ser camarlengo de Cómodo.
