La religión de los griegos

Introducción: El fenómeno religioso en general

"Religio proprie importat ordinem ad Deum" (II-II, q.81, a.1). "Es el acto o conjunto de actos por los que el hombre, habiendo reconocido de algún modo la realidad de Dios, orienta su vida en relación a El" (p. 14).

La escuela de Viena de W. Schmidt demostró la presencia de la idea de Dios en los pueblos más primitivos. También R. Otto y Max Scheller, aplicando el método fenomenológico, demostraron que la r. es una experiencia de totalidad (que abarca todo el vivir humano), y es connatural al hombre (no hay una génesis propiamente dicha).

Para superar el racionalismo el camino es el de subrrayar el realismo del conocimiento. No se trata de alcanzar una idea de Dios, sino al mismo Dios vivo y operante ante el cual es imprescindible adoptar actitudes vitales. La religión es algo racional (papel fundamental de la razón), pero vital (real): la inteligencia, al ser conciente de que conoce la realidad entra, de esa forma, en comunión vital con ella (p. 15). Quienes conciben la r. como nacida de lo irracional la vinculan entitativamente con expericnais extáticas y místicas extraordinarias. La r. no depende de situaciones psicológicas especiales, sino de la estructura radical del ser humano.] (Illanes, Religión).

- Los comienzos de la religiosidad helénica (cfr. EUNSA I, p. 408-414)
Se ha demostrado que entre los indoeuropeos existían unas creencias básicas, en especial, acerca de un Padre creador y providente.

Los griegos anteriores al siglo V creían en los dioses como seres sobrenaturales e inmortales, en la supervivencia de las almas después de la muerte del cuerpo y en una acción divina que explicaba la existencia del Universo y el orden reinante en él. Pero, después, aceptaban explicaciones muy variadas para estas verdades profundas. Los deberes para con los dioses eran propios de la polis en comun.

Los elementos concretos de la religiosidad griega se dejan a los poetas (Hesiódo, Homero, etc.), y se dan en dos planos: una Cosmogonía (explicación sobre el origen del universo: Tierra, Tártaro y Eros) y una Teogonía (explicación sobre la vida de los dioses). Los dos conductos de lo sobrenatural son: la muerte y lo sagrado (lugares: bosques, templos, colinas, fuentes, rios...,; ofrendas sacrificiales, libaciones...).

Hay dos tipos de dioses: olímpicos (buenos: de orígen dórico) y ctonios (malos: de origen aqueo; cultos mistéricos dionisiacos, orfismo...).

El mito de Apolo (arquetipo de la belleza y del valor, que regula las relaciones entre los hombres y los dioses) favorece la conciencia de sumisión e inferioridad por parte del hombre (Inscripción en el templo de Apolo en Delfos: "Conócete a tí mismo", lo cual significaba: "sabe que sólo eres hombre"). La sofrosyne es la actitud adecuada al hombre (la resignación, el equilibrio interior, el dominio de las pasiones).

En cambio, el misticismo y los cultos mistéricos (que explican la vida de ultratumba), tendrán una influencia mucho mayor sobre la filosofía. Las revelaciones de Coré -hija de Demeter y esposa de Hades-, al rey de Eleusis, sobre los secretos de la vida de ultratumba (ritos de la luz y de las sombras) se celebraban cada primavera (a las afueras de Atenas) y otoño (en Eleusis: "las grandes eleusinas"). Por otra parte están los cultos dionisiacos (Dionisios es un dios bisexual oriental). Un ejemplo es el orfismo (de Orfeo personaje que pierde a Eurídice, su amada, al volver la vista atrás y descubrir los secretos de ultratumba). Los fieles de Dionisios buscan la vida con su retorno, su explosión y su violencia: bailes desenfrenados en los que despedazaban y comían, al son de flautas y tambores, la carne palpitante de un macho cabrío. El orfismo era una religión igualitaria y popular. Los hombres están hechos de cuerpo (de la materia) y alma (formada con las cenizas de los Titanes que habían devorado a al primer Dionisios). Muchos fieles creían en la rencarnación y eran vegetarianos.

Los primeros filósofos (siglo VI a.C.) intentaron comprender la unidad de la materia. En Elea, Jenófanes y Parménides llegan a la conclusión de que está formada por partículas diminutas (átomos) distribuidas de manera diferente en cada ser. Pitágoras descubre la armonía y orden del Universo que deriva de Razón formal. El número era expresión de esta Razón formal del Universo. Acude al orfismo para dar a su escuela un contenido religioso.

- Filósofos a partir del siglo V (cfr. EUNSA II*, pp. 15-20, 104-105, 166-167, 309-312)

Desde un principio la religiosidad griega había comportado un componente irracional bastante considerable. Luego viene el movimiento sofístico y su corriente de racionalidad que produce una profunda brecha entre la religiosidad popular (irracionalismo, que aumenta con la proliferación de los cultos extranjeros: Cibeles frigia, Bendis tracio, Attis y Adonis egipcios, etc.) y la intelectual.

Parménides: su intelectualismo radical revela ya una cierta raíz atea.
Heráclito: eía en la unidad de los contrarios la propia esencia de la divinidad.
Anaxágoras: su racionalismo convierte su filosofía en una metafísicas sin dioses, e incluso sin divinidad.

Demócrito: con su materialismo mecanicista elimina toda referencia a la divinidad, e incluso a todo principio metafísico.

El siglo V se cerraba con unos sitemas filosóficos en los que no se dejaba ningún lugar a los dioses tradicionales del mito y de la polis.

Protágoras, encerrandose en un inmanentismo radical llegó a decir que "el hombre es la medidad de todas las cosas".

En el siglo IV, por una parte, aumenta la ola de racionalismo e increencia en el panteón olímpico tradicional, y por otra, resurge con nueva fuerza la reacción de tipo irracional que se se había dado en plen aguerra del Peloponeso (431 a 404 a.C.). Estas dos tendencias, ya presentes en el siglo anterior. Crecen los deseos de religiosidad y misticismo, y a partir de la tradición del orfismo, se desarrollan los cultos mistéricos (dionisiacos, eleusinos, de Asclepio...) junto con el culto a la diosa "Fortuna" (Tykhé) y a las divinidades extranjeras (Cibles, Bendis, Sabazios, Adonis, Attis...). Los adeptos a estas religiones, organizados encofradías, buscaban la salvación, o al menos, la curación de sus dolencias materiales. Crece también la magia y la superstición.

En los medios intelectuales, unos (Jenofonte, Isócrates), intentan volver al conformismo de la religión cívica tradicional. Platón, propone un doble tipo de religiosidad: la de los "guardianes" de su ciudad Ideal, que llegan a la Verdad y al Bien supremo por vías de ascesis y mística (gran influencia de las tendencias órfico-pitagóricas) y la de los ciudadanos comunes a los que se reserva una religión tradicional. Con ello Paltón (427 a 348 a.C.) sancionaba esa terrible fosa entre unos pocos elegidos y el común de la sociedad al nivel religioso e intelectual.

El racionalismo griego del siglo V abrió el paso a los grandes filósofos del siglo IV: Socrates descubre en el fondo del alma humana la gran dignidad del hombre; Platón intuye el mundo trascendente de las Ideas y su Lógica, y Aristóteles, visualiza el orden mismo del Universo y su Causa Primera y Motor Primero y Único.

A partir de mediados del siglo IV, en la época de Alejandro Magno, por influencia del neoplatonismo y pitagorismo, se llega a la conclusión de que todos los diversos dioses de las poleis griegas no son más que una única divinidad. El politeísmo se explicaba por una participación cuantitativa de los seres divinos en la esencia de la misma divinidad. Los monarcas difundieron este sincretismo que convenía a sus intereses políticos.

En la época helenística aparece el culto a los soberanos, como forma secularizada del antiguo culto civil tradicional griego. Consiste en la divinización del soberano después de su muerte. Este tipo de culto real -heroico, carismático, irracional-, se compaginaba muy bien con los cultos mistericos helénicos y orientales (Serapis en el Egipto de los Ptolomeos, por ejemplo), y derivó a un sincretismo y a buscar la tendencia a una divinidad originaria y única.

Las filosofías helenísticas centran su atención en el hombre, al que conciben de manera fundamentalmente inmanentista, pues la ética tiene primacía; una ética que se conforma con la felicidad en la tierra a través de la evasión, que se consigue mediante un proceso de conversión con correlatos religiosos muy claros: la ataraxia (ausencia de turbación) y la apathia (ausencia de sufrimiento).

El estoicismo (Zenón, Cleanto, Crisipo, Posidonio, Séneca, Marco Aurelio, etc.), basado en una cosmología que aceptaba el elemento espiritual, pero acababa siendo panteísta, concibe el mundo como una sucesión causalidades necesarias, que deben ser voluntariamente aceptadas por el hombre mediante una elección razonada.

El epicureísmo, basado en una cosmología materialista (atomismo de Demócrito), se centra en la busqueda de un placer físico. El cinismo es una filosofía contracultural y reaccionaria, que propone la libertad total ante las pasiones, y la autarquía.

En la Roma del siglo II a.C., entre los grupos dirigentes se fomenta el culto a los soberanos de manera oficial, y, sobre todo, a la diosa Roma, hija de Ares. El modelo es el culto tradicional helénico. Plauto, a través de sus comedias, que expresan el sentimiento popular, ridiculiza los moldes helénicos. Las capas populares buscaban el refugio de una religiosidad mistérica. Cada vez más frecuentemente, las capas de la aristocracia se sumaban a estos cultos orgiásticos (como, por ejemplo, el de Isis), que prometían la liberación. El culto a Cibles fue reconocido y apoyado por el Senado. En cambio, el culto a Baco-Dionisios, fue perseguido por las autoridades, por el temor a un levantamiento de algún lider carismático, o popular (las Bacanales). El culto a Isis fue considerado religio licita en el año 43 d.C.

Junto a estos cultos, tenían una gran difusión en el campo el culto a los lares (dioses domésticos), los genius loci (dioses campestres) y a los dioses "sufrientes" (Hércules, Baco-Dionisio, Artemis-Diana, Hecaté, etc.). Tenían su reflejo, con frecuencia, en la constitución de asociaciones funerarias.

[En general los filósofos griegos utilizan la palabra "teología" para indicar el estudio de la metafísica, pero completando con la referencia a la función social de la religión y del culto. Aunque admiten la religión sinceramente, la vinculan al mito, degenerando asi la teología en una teogonía (genesis del universo). No llegan a una acabada conciencia de la trascendencia divina, y se exponen a desembocar en una racionalización atea del saber religioso, reduciendo a Dios a la condición de mera ley inmanente al universo] (Cfr. Illanes, Sobre el saber teológico).

Página principal | Esquema | Programa | Arriba