JERÉCUARO (GUANAJUATO)

       Jerécuaro, en el siglo XVIII pertenecía al obispado de Michoacán. Ahora es parte del Esatado de Guanajuato. Ahí se casaron hacia 1741 Cristóbal Santiago de Soto y María Dolores Ruiz Servín. Eran vecinos de la Hacienda de la Barranca, que está situada unos 20 kilómetros al norte de Jerécuaro, en dirección a Querétaro, lugar de procedencia de Cristóbal y María Dolores.

       Esta joven pareja tuvo a su hija primogénita -antepasada nuestra- en la Hacienda de la Barranca. Fue bautizada en la parroquia de San Miguel de Jerécuaro el 10-IX-1742. Casi cien años después (el 10-IX-1838) naciá en San Juan del Río Paz Domínguez Quintanar, tataranieta suya.

       María Josefa de Soto y Ruiz tuvo ocho hermanos. De los nueve hijo de Cristóbal y María Dolores siete de ellos nacieron ya en San Juan del Río, nuevo lugar de residencia de la familia Soto-Ruiz a partir de 1744. En ese lugar, situado unos a 40 kilómetros al este de Jerécuaro (a cinco de Amealco, que aparece en el mapa) Cristóbal llegó a ser Alguacil Mayor del Santo Oficio, un cargo que sólo se confería a quienes tenían limpieza de sangre y gozaban de buena reputación entre los demás vecinos del lugar.

       María Josefa de Soto y Ruiz casó con Narciso de Quintanar, procedente de una de las pocas famiias que tenían varias haciendas en San Juan del Río. Narciso mismo había heredado de sus padres las haciendas de La Cueva, Santiago y La Laborcilla.


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